Los más premiados, los cazurrines

Como el catálogo de males que solemos contar los sindicalistas parece que nunca vaya a terminar, quiero compensarlo comentando un hecho que sucedió a principios de verano y se me había escapado entre tanto recorte y manifestación. Perdonen el olvido porque, sin duda, la noticia ofrece un efecto más balsámico que el de Fierabrás y fortalece la confianza que tenemos en los profesores que, a pesar del mal trato continuado que reciben, cumplen con su trabajo de una manera vocacional heroica y son partícipes de estos éxitos que les cuento.

A finales del curso pasado se publicó la lista de los alumnos premiados por su elevado rendimiento escolar al acabar la educación obligatoria (16 años). Los datos corresponden a hace dos cursos, pues ésta es normalmente la periodicidad con la que la Consejería de Educación publica estos resultados. El rendimiento escolar de estos alumnos es espectacular pues tienen una nota media de 9,6 o más en los 4 cursos de la Educación Secundaria Obligatoria, lo cual quiere decir, por ejemplo, que un alumno ha sacado 10 en todas las asignaturas de los cuatro cursos excepto en unas pocas, en donde ha obtenido un 9. Alumnos brillantes, estudiosos, esforzados y seguramente, por lo que conozco a alguno de ellos, felices. Son de esos que «lo tienen todo» y a los que se mira con satisfacción y un poquito de envidia.

Debemos estar contentos y admirados por la proporción de premiados leoneses: 6 de los 10 primeros y 20 del total de los 63 premios concedidos, un 31% del total, lo que, por una vez, nos hace sentirnos orgullosos al encabezar uno de las rankings positivos en la educación de Castilla y León. En esos 6 premiados de los 10 primeros de toda la región, 2 son alumnos del IES Legio VII, de León y 2 del IES Valle de Laciana, de Villablino; los otros alumnos modélicos proceden de los IES Eras de Renueva, de León y Europa, de Ponferrada. También en lugares muy destacados —pues entre el puesto 11 y 20 hay otros 5 alumnos leoneses—, han tenido acceso a los honores propios de las mentes honradas que en sudor se mojan los alumnos procedentes de Cistierna, La Robla, Carrizo, uno más de Eras de Renueva y otro más de Ponferrada, del IES Gil y Carrasco. ¡Qué maravilla de chavales y qué lujazo de padres y profesores!

Aunque sea poco científico y no responda a un estudio serio que revele las causas, llama poderosamente la atención la abundancia de alumnos leoneses premiados en cualquiera de las dos redes. En la enseñanza pública, de un total de 63 premios, León cuenta con 20 premiados; le sigue Burgos, con 11; Zamora, con 7 y Valladolid, con 6. En la red concertada, de un total de 37, León cuenta con 11; Valladolid con 9 y Salamanca con 6. Algo estaremos haciendo bien por estos lares.

Es necesario premiar la excelencia y el esfuerzo, desde luego. Pero en CSI·F pensamos que habría que premiar también a aquellos alumnos que, partiendo de situaciones psíquicas, físicas o sociales desfavorables, hayan alcanzado un nivel de éxito y autonomía destacables, producto de los desvelos de los docentes y de la atención de los padres y compañeros, pero por el momento, celebremos estos premios y esperemos los otros cuando la administración quiera. Y confiemos en que se van a mantener los esfuerzos por lograr estar a la altura de los alumnos más dotados y se intensifiquen los que se dedican a los más desfavorecidos, que son los que más profesores necesitan y más cuidado de la administración. Por ahora, lo que la administración educativa de Castilla y León ha hecho por la diversidad es más bien poco y a fuerza de sacárselo con sacacorchos entre sindicatos, departamentos, directores y federaciones de madres y padres.

Estos son nuestros cazurrines más estudiosos y brillantes, por el orden en que aparecen en el listado. Apúntenlos porque seguro que alguno acabará de inventor de la medicina contra el cáncer. Esperemos que no se les ocurra entrar en política, no sea que se maleen.

En los institutos públicos: Jonathan Del Campo Díaz (Legio VII, León), Adán F. González Álvarez (Eras de Renueva, León), Alberto Merayo Álvarez (Europa, Ponferrada), Ricardo Álvarez Rodríguez (Valle de Laciana, Villablino), Javier Castañón Alonso (Legio VII, León), Manuel Cereijido Fernández (Valle de Laciana, Villablino), Elena Fueyo Marcos (Gil y Carrasco, Ponferrada), Sergio García González (Vadinia, Cistierna), Alicia García Sierra (Ramiro II, La Robla), Raúl Lois Madera (Sta. Mª de Carrizo, Carrizo), Alejandro R. Pérez Pérez (Eras, León), Lucía Villoria Prieto (Vía de la Plata, La Bañeza), Andrea Pérez Garnelo (Gil y Carrasco, Ponferrada), Álvaro Rodríguez Abella (Virgen de la Encina, Ponferrada), Lidia Sierra Rodríguez (Legio VII, León), Alba Alegre Fernández (Río Órbigo, Veguellina), Ángel Crespo Blanco (Padre Isla, León), Carmen González Gómez (Valle de Laciana, Villablino), Emilio Gómez Figueiras (Juan del Enzina, León) y Alba H. Pérez Jiménez (Sta. Mª de Carrizo, Carrizo).

En los colegios concertados: Rubén Mateos Fernández (Carmelitas), Cristina I. De Miguel Martínez (Maristas), Beatriz Tascón Gutiérrez (Agustinos), Carlos González García (La Milagrosa, Astorga), Paloma Boñar Álvarez (Agustinos), David Escudero García (La Asunción), Alba García Arias (La Asunción), Pablo García García (La Milagrosa, Astorga), Inés González Díez (Virgen Blanca) y Javier Puente Aller (Virgen Blanca).

Enhorabuena a todos y a vuestras familias. Y un especial reconocimiento a los profesores, aún más intenso en esta época en donde la Educación, como tantas otras cosas en esta España, ha padecido la codicia y la insidia de tantos. Vuestro compromiso y responsabilidad nunca estarán del todo pagados, salvo por la satisfacción de hacer bien vuestro trabajo.