Día de la Escucha, hora de hablar y de trabajar

León se suma hoy a la celebración del Día de la Escucha con el balance de más de mil llamadas al año al Teléfono de la Esperanza, un servicio puesto en marcha en 2006 y que tenía su mayor demanda por problemas de autoestima relacionados con conflictos familiares y laborales.

Sin embargo, en los últimos años ha cambiado significativamente el perfil de quien marca ese número porque necesita ser escuchado para recibir un poco de alivio y el abrazo de la esperanza. Aumentan las terapias de grupo por las que se paga nada o la voluntad y, sobre todo, se incrementa el número de jóvenes que acaban de terminar sus estudios y no encuentran puertas abiertas al mercado laboral. El problema es dramático, ya que afecta a casi el 60% de los menores de 25 años en disposición de trabajar, por lo que más de la mitad de los integrantes de las generaciones emergentes tienen cegado el porvenir.

La urgencia de crear empleo y de combatir la marginalidad social no es algo que haya que descuidar ahora. El anuncio reiterado estos días y vuelto a escuchar ayer de que por fin salimos del túnel no debe generar conformismo, sino reclamaciones más potentes en el sentido de dejar atrás las discutidas medidas de ajuste y de poner los engranajes de este país a trabajar ya. Es el momento de avanzar en una dirección creativa que genere esperanzas y posibilidades a quienes fueron relegados por la crisis y por unas políticas injustas que cargaron el peso de la recesión sobre los hombros de los menos fuertes.