Sin raíces no hay futuro

Alo largo de la Historia los pueblos de la provincia de León se organizaron institucionalmente mediante concejos, órgano en el que todos los vecinos del pueblo estaban representados, donde las decisiones se tomaban de forma colectiva sobre cómo gestionar sus bienes.

En la actualidad, este sistema se conoce con el nombre de junta vecinal, cuyo presidente o alcalde pedáneo es elegido directamente por sus vecinos mediante sufragio universal directo. Aspecto interesante, ya que es el único cargo público elegido directamente por los ciudadanos.

Con la reforma local, que por cuestiones de lenguaje llaman Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local, el Gobierno del PP quiere acabar con cientos de años de democracia participativa practicada en los pueblos de León y expoliar los bienes comunales.

El objetivo es, por tanto, acabar con el patrimonio de las juntas vecinales y privatizar servicios sociales que hasta ahora son públicos. Concediendo la riqueza patrimonial pública y los servicios sociales a unas élites extractivas ajenas al territorio que gestionaran éste y los servicios sociales a cambios de impuestos abusivos para el ciudadano.

El Gobierno del PP, lejos de garantizar la prestación de servicios públicos fundamentales en los pueblos lo que busca es desmantelarlos definitivamente. Persiguiendo la eliminación de los pequeños ayuntamientos y las juntas vecinales, cuando el verdadero problema de la Administración Local es la ¡financiacion!

Como alumno avanzado en meter la tijera a los pueblos de León tenemos a la Junta de Castilla y León, que con su legislación sobre montes y con el nuevo modelo de gestión de las reservas regionales de caza deja a las juntas vecinales sin su principal fuente de ingresos, (en la Consejería de Medio Ambiente aún no se han enterado que en la provincia de León los mayores propietarios de terrenos son las juntas vecinales).

Acusan a las luntas vecinales de mala gestión…, sino hubiesen gestionado bien su patrimonio no tendrían los años de historia que tienen. Ahora bien, si hay algún presidente de junta vecinal que ha realizado una mala gestión en su junta vecinal, a quien hay que eliminar es a éste y no a la Institución. También se acusa a las juntas vecinales de no presentar sus cuentas a la Comunidad autónoma, ni al ministerio, ni al Consejo de Cuentas…, habrá que poner los medios para que las juntas vecinales puedan realizar y presentar sus cuentas.

Desde la Diputación de León se facilita a las juntas vecinales de forma gratuita, hasta este año, porque para el año 2014 la Diputación también se suma al saqueo de las juntas vecinales, cobrando a éstas una tasa de 150 euros más un porcentaje del presupuesto por hacer los expedientes de presupuesto y liquidación de las cuentas.

En este momento es más necesario que nunca apostar por un modelo territorial sólido, sostenible y solidario, capaz de contribuir al desarrollo económico y social del medio rural. Un modelo que garantice el acceso en igualdad de oportunidades a los servicios sociales (educación, sanidad, dependencia, servicios sociales).

Un modelo que elimine los desequilibrios territoriales y luche contra la despoblación con mayores oportunidades de empleo, mejores infraestructuras, aprovechando la innovación y las tecnologías de la información y la comunicación…, etc.

A mediados del siglo XIX, el Gran Jefe blanco de Washington quiso comprar a las tribus indias sus tierras para confinarlos en una reserva. El jefe indio le dio una respuesta que seguramente el lector conozca por lo que yo aquí solo voy a tomar unos fragmentos.

«Sabemos que el Hombre Blanco no comprende nuestro modo de vida. El no sabe distinguir entre un pedazo de tierra y otro, ya que es un extraño que llega de noche y toma de la tierra lo que necesita. La tierra no es su hermana, sino su enemiga y una vez conquistada sigue su camino... Tanto la tumba de sus padres como el patrimonio de sus hijos son olvidados».

«¿Dónde está el matorral? Destruido. ¿Dónde está el águila? Desapareció. Termina la vida y empieza la supervivencia».

Hay alternativa a esta Ley, no nos quedemos de brazos cruzados y luchemos por nuestros pueblos.