Privatizar el Estado

Confieso que algunas decisiones del Gobierno del Partido Popular que lidera Mariano Rajoy como presidente me producen un cierto estremecimiento. Por ejemplo la Futura Ley de Seguridad Privada me parece no ya un disparate sino algo mucho más grave.

Pretender, como pretende el ministro del Interior, que los guardas de seguridad privados puedan detener e identificar a cualquier ciudadano en la calle es una cesión inaceptable de la responsabilidad del Estado a la hora de garantizar la seguridad de los ciudadanos.

Un guarda de seguridad no es funcionario público por tanto los ciudadanos no podemos estar al albur de lo que pueda haber detrás de las intenciones reales que tenga una compañía de seguridad privada.

No me extraña que hasta los sindicatos policiales y de la Guardia Civil hayan manifestado desde el primer momento y abiertamente su desacuerdo con la ley que prepara el ministro del Interior. Y es de esperar que, en esta ocasión, la oposición sea capaz de plantarse para intentar impedir que la seguridad de los ciudadanos esté en manos privadas.

Lo cierto es que en el Partido Popular siempre han mostrado la mejor de las disposiciones hacia las compañías de seguridad de privadas y algunos de sus dirigentes no se cortan al reconocer que la nueva ley va a suponer que estas compañías amplíen mercado y ganen dinero.

O sea que con nuestros impuestos, con el dinero de los pagos como impuestos por los ciudadanos, van a «engordar» a las compañías de seguridad en vez de invertir en nuestras propias Fuerzas de Seguridad.

Cada día que pasa me preocupa más la filosofía privatizadora que tiene este Gobierno de Mariano Rajoy. Están desmantelando el Estado del bienestar y resulta un sarcasmo escuchar al propio presidente decir que hay que protegerlo.

En realidad poco a poco están privatizándolo todo y como continúen así terminaran privatizando el Estado. Ya sé que esto suena a «boutade», pero analicen lo que está pasando.

Que el Gobierno haya decidido favorecer a las empresas de seguridad a cuenta del dinero público me parece algo tan reprobable que no encuentro calificativos para mostrar mi indignación y estupor.

Espero que el PSOE como principal partido de la oposición se comprometa a derogar esa ley el día en que vuelvan a gobernar.