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TRIBUNA

El todo, más que la suma de las partes

Publicado por
L. Javier Cepedano Valdeón presidente de Fele
León

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Es el «todo» únicamente la suma de las «partes»?, o como se plantea Aristóteles en el libro de Metafísica ¿el «todo» es más que la suma de «partes»? Acaso, ¿no es cierto que si miramos las cosas enteras, en su totalidad, en su conjunto, en su complejidad, tenemos oportunidad de detectar y ver interacciones, particularidades y procesos que no se apreciarían de ser analizados los aspectos que forman el «todo» de manera separada?

Escribe así el citado filósofo en su libro Política : «es pues manifiesto que la ciudad es por naturaleza anterior al individuo, pues si el individuo no puede por si bastarse a si mismo, deberá estar con el todo político en la misma relación que las otras partes lo están con su respectivo todo. El que sea incapaz de entrar en esta participación común, o que a causa de su propia suficiencia, no necesite de ella, no es más parte de la ciudad, sino que es una bestia o un dios». ( Política , libro 1,1. Aristóteles).

Como empresario, como autónomo, como presidente de la Federación Leonesa de Empresarios, presidente de la Federación de Autónomos de Castilla y León y vicepresidente de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León —«partes» de un «todo»— no olvido la necesidad y valía de estas organizaciones en una provincia como la leonesa, en una comunidad como la castellana y leonesa y en un país como España —«partes» de otro «todo»— en el que el noventa por ciento del tejido económico y productivo lo conformamos los pequeños empresarios y autónomos.

En este «todo», la actividad propia del asociacionismo —«una parte»— es la defensa y la representación de los intereses, de los empresarios y autónomos para mejorar el entorno económico, fiscal, laboral y social en el que desarrollamos nuestra actividad empresarial, pero también lo son servicios que prestamos directamente.

Uno de nuestros pilares, como organizaciones empresariales, como subsistemas, como partes, es el compromiso que tenemos con la sociedad, como motor de crecimiento y creación de empleo, pero sin obviar —otra de las partes— los problemas añadidos ante los que es necesario actuar: reducción de facturación, aumento de la competencia desleal, bajada del margen comercial, dificultad de obtener financiación, aumento de la morosidad… Un país sin empresas, no es sostenible.

Ciertamente el «todo» parece presentar propiedades y características que no se encuentran en cada una de la «partes» de ser analizadas y tratadas éstas aisladamente.

Por tanto el «todo» es un sistema mayor, que alberga sistemas menos complejos que se complementan entre sí, y que deberían tener una interacción armónica. Pero, ¿cómo hacer que esta sinergía en el «todo» sea positiva cuando alguno/os de los subsistemas no se encuentra en armonía?