La excelencia exige un rumbo nítido de futuro

Ya no falta ninguna. Tras la firma ayer del convenio entre la Consejería de Educación, las universidades de León y Salamanca se suman a las de Valladolid y Burgos, y como éstas, ofrecerán actividades asociadas a la investigación, propias del Bachillerato de Investigación-Excelencia.

«Todos los alumnos pueden ser excelentes si se les ayuda con sus estudios», afirmó el consejero tras el acto protocolario de la firma con los rectores. Son una buena reflexión y una excelente noticia, una más después de que hace unos días se conociesen las claves del informe Pisa en materia educativa para la comunidad autónoma, que sólo se ve en cierta medida empañada por la falta de definición en la que se encuentran sumidas la universidades públicas a la vista de la entrada en vigor de la Lomce.

Y el mejor ejemplo es la Selectividad, que el consejero Juan José Mateos considera agotada. Otra cosa es saber cuál debe ser la fórmula aceptada una vez eliminada esta prueba de acceso a los estudios universitarios, algo que ni el propio Mateos está «en condiciones de decir».

Más allá de la discusión sobre si Selectividad sí o no, el debate viene a demostrar que en materia universitaria aún queda mucho camino por recorrer. Financiación y mapa de titulaciones son sólo dos ejemplos claros de la falta de definición que se vive en la universidad pública, que como demuestra el convenio firmado ayer trabaja para ser excelente. Una excelencia que exige despejar todas las dudas y marcar un camino claro de futuro.