Apoyo a las farmacias aunque con retraso

El plan de apoyo a las farmacias rurales llegará por fin en unos días a estos establecimientos que viven al límite desde hace mucho tiempo. Las ayudas económicas se hacen imprescindibles en estos establecimientos porque su facturación, al tratarse de pequeños núcleos de población, no alcanza unos mínimos que garanticen su viabilidad económica. Ahora, con dos años de retraso, empezarán a percibir estas cuantías anunciadas en su día para conseguir que las personas que residen en el mundo rural dispongan de un servicio farmacéutico a una distancia razonable.

En este tipo de temas es importante no perder la perspectiva de cuál es el cliente habitual en estos establecimientos, que son frecuentados por personas mayores que tienen especiales complicaciones a la hora de trasladarse a núcleos más grandes para adquirir los medicamentos.

En el ingente gasto público destinado a la sanidad no parece que este plan de ayudas a las farmacias suponga una cantidad desmesurada cuando en realidad genera un beneficio directo para muchas personas.

El problema de la caída de ingresos por el descenso de los precios en los medicamentos de referencia está afectando en conjunto a la totalidad de las farmacias. En muchos establecimientos de las ciudades se está apostando por ampliar los horarios. Pero en el caso del mundo rural su mercado potencial es muy limitado y sólo con estas ayudas pueden mantener el servicio.