Valladolid gana y la Región Leonesa pierde

Aestas alturas entiendo que habrá pocas personas que duden del perjuicio que ha supuesto para la Región Leonesa el que de modo antidemocrático y con la oposición de la ciudadanía y de sus instituciones se nos incluyese en la autonomía de Castilla y León. En todo caso por si alguien tuviese dudas y más aún por si alguien es dado a pensar que esto es «agua pasada que no mueve molino», les daré algunos datos de la evolución demográfica que en mi opinión demuestran que «los errores no caducan» y que es preciso corregirlos para evitar que sigan haciendo daño. Si tomamos en consideración el período que va de 1.981 (en 1983 nace el Estatuto de Castilla y León) hasta 2013, tenemos que mientras la Región Leonesa pierde un 6,55% de sus habitantes, Valladolid gana el 28,46% y el resto de Castilla también pierde habitantes.

Esta evolución ha supuesto que mientras España en ese período de tiempo pasa de 37.814.796 habitantes a 46.704.314, (lo que ha supuesto un incremento del 23,51%) tanto la provincia de León como la Región Leonesa en su conjunto pierden habitantes. En concreto la provincia pierde 34.272 habitantes (un 3,23%) y la Región Leonesa en su conjunto 945.745 (un 4,86%). En el caso de Castilla esto no es así, gana habitantes (22.877 y un 1,56%) pero también es claro que ese incremento se debe a la evolución que se ha dado en Valladolid, donde como hemos visto se incrementaban los habitantes.

Esto ha supuesto que tanto la Región Leonesa como en concreto la provincia de León hayan perdido peso específico sobre el conjunto de España por cuanto las evoluciones no es que hayan sido distintas sino que han sido contrapuestas. Así mientras en 1979 la Región Leonesa representaba el 3% del total de los habitantes de España ahora es tan sólo el 2,19%. Si nos ceñimos en concreto a la provincia de León tenemos que mientras en 1979 representaba un 1,43% del total de los habitantes de España, ahora representa el 0,96% (es decir ese peso se ha reducido un 33%). Estos son hechos objetivos y comprobables por todo aquel que moleste en indagar en esos datos estadísticos.

Si nuestro punto de referencia ya no es España sino Castilla y León tenemos que tanto la provincia como la Región Leonesa en su conjunto han perdido peso específico en cuanto al número de habitantes respecto al del total de la autonomía. La provincia en 1981 representaba el 20,2% del total de los habitantes de la actual Comunidad, mientras hoy ha pasado a ser el 19,4%. En 1981 el 43,2% de los habitantes de la Comunidad vivían en alguna de las tres provincias del Reino y el 56,8% en el resto. Hoy los residentes en la Región Leonesa son el 40,73% y el resto un 59,26%.

A partir de aquí pueden surgir las interpretaciones, cosas que pasan, casualidades... Para algunos esto tiene mucho que ver con el marco autonómico que se nos ha impuesto. Trasciende la crisis actual por cuanto va mucho más allá de lo que es la propia evolución de España. No cabe explicarlo únicamente por la crisis por cuanto esa evolución es considerablemente peor. También es claro que en la autonomía diríamos que hay un beneficiado, Valladolid y prácticamente el resto son perjudicados y especialmente la Región Leonesa.

El efecto ha sido también un envejecimiento progresivo de la población que reside en la provincia que pasa de tener un 13,76% de habitantes de más de 65 años a un 24% en el 2013 ello le resta capacidad de reacción ante esta situación negativa. Ello además con el agravante de que ello muestra una tendencia por cuanto pasamos de ese 13,76% de 1981, al 15% en 1986, al 17,6% en 1991 y a ese 24% actual. Ese deterioro en los datos demográficos ha afectado en mayor medida a las poblaciones rurales de la provincia que a su capital. Así la ciudad de León representaba el 25,10% de la provincia en 1981 y ahora es algo más el 26,6%. Todo ello aún cuando esa capital mantiene su número de habitantes. No es que mejore, es que empeora menos.

En mi opinión estos datos dejan pocas dudas. Hay un deterioro grave de la economía leonesa que incide directamente en su demografía. También es claro que ese deterioro va bastante más lejos de lo que es la actual crisis económica, ello es verificable por cuanto en estos datos que presentamos nos remontamos a 1981, mucho antes de que empezase esta crisis. También podemos decir que los «males» leoneses son mucho peores que los de los españoles en general. Para ello nos sirve la comparación del peso demográfico de provincia y Región sobre el conjunto de España.

Llegados a este punto alguien debería explicar los motivos que conducen a esa situación. ¿Qué ha llevado a la provincia de León y a la Región Leonesa a perder peso demográfico tanto respecto al conjunto de España como respecto a la Autonomía de Castilla y León? Nuestro criterio es que en ello ha tenido mucho que ver el actual marco autonómico en el que se nos ha incluido que ha llevado a un modelo en el que Valladolid absorbe los recursos leoneses y además siempre le parecen pocos.

Los datos que hemos presentado aquí son perfectamente constatables por aquel que lo desee. La interpretación la puede hacer cada uno. La muestra es que ante este panorama sólo cabe o mantener una trayectoria profundamente negativa o intentar cambiarla para superarla. La pasividad y la resignación es sólo el discurso de los muertos.