El ciclismo pone otra vez a León en boca de todos
«Puede pasar de todo y de ahí yo creo que va a salir el vencedor de la prueba». Con esas palabras se refería Perico Delgado a la décimo cuarta etapa de la Vuelta a España, con final en el alto de La Camperona, en Sotillos de Sabero, y desde el principio citada como «reina» por encima de Los Lagos y La Farrapona de los dos días siguientes, e incluso de la de Pan do Zarco, en Ancares, en vísperas del la jornada final en Santiago de Compostela.
La ronda española se pesentó ayer en Cádiz ante una ajustada delegación política que incluía al diputado provincial de Deportes y los alcaldes de Sabero y Candín en representación de las tres instituciones que han hecho un gran esfuerzo de todo tipo, pero sobre todo de convicción respecto a la organización, para convertir esos puntos de la geografía leonesa en las referencias más claras de la Vuelta y los más novedosos de sus atractivos. Tanto es así que la etapa de La Camperona se disputa en sábado, día 6 de septiembre, lo que posibilitará una gran afluencia de aficionados de todos los puntos del país precisamente un día antes de la clásica de Los Lagos. Lo mismo ocurre con la de Ancares, justamente una semana después.
En su corta pero intensa presencia de apenas dos días en la provincia, la Vuelta a España es este año más leonesa que nunca en un momento en el que el ciclismo internacional mira ya con mucha atención a Ponferrada-2014. Es un gran escaparate que pone a León en el mapa del mundo a golpe de pedal.