PRÓXIMA PREGUNTA
La voz de los internautas
u Juanjo García escribe sobre « Uno de los nuestros, la final inmoral»: «Quería comentar un asunto en el cual creo que comparto opinión con la mayoría de la gente. Es sobre el último programa del concurso de talentos Uno de los nuestros, emitido en La 1 de TVE. En esta final, entre las actuaciones, se incluyeron cortos de vídeo en los que se veía a los componentes de la banda hacer faenas y/o gamberradas.
En uno, matan a un músico callejero, y tocaban ellos pidiendo limosna en su lugar con el cadáver escondido tras un arbusto. En otro llevan a unos cachorros a un experto en taxidermia. Hay un tercero en el cual engañan a un pobre ciego y le hacen pasar por un espacio vallado por obras y peligroso, y se cae rodando. En el siguiente, dan botellas de agua a algunos participantes en una carrera a los que no se les ve mal. Sin embargo, llega un hombre de la tercera edad, al cual se le ve sudando, fatigado y cansado, le niegan el agua cuando la pide, y le ‘restriegan’ cómo beben ellos, uno con una botella y otro con una copa de una bebida aparentemente alcohólica.
¿Creen que este comportamiento es correcto y puede emitirse por el canal principal de la Televisión Española, subvencionado por el Estado y pagado, por tanto, por los españoles?».
u Jesús Sánchez-Ajofrín escribe sobre el aborto: «La interrupción del embarazo, basada en decisiones trascendentalmente humanas, es una determinación encuadrada en parámetros tan humanos como la evolución de la misma especie. La selección natural, ha actuado más eficazmente durante millones de años en su propia evolución, sin atenerse a cualquier decisión de corte dogmático o político, aconsejada por personas ‘iluminadas’ que creen estar conectadas con su particular oráculo. La mujer está por encima de esos falsos oráculos. Y además, es la que tiene que apechugar con las consecuencias ante la discriminatoria sociedad. Negándose a ese tipo de valores, que camuflados bajo ciertos estereotipos, se venden con una connotación meramente religiosa. Cuestionar el aborto desde el autoritarismo de ‘sota, caballo y rey’ no deja de ser una decisión anclada en ideas retrógradas y machistas. No hacen falta muchos técnicos en la materia, para adivinar qué tipo de vida le espera a un bebé al que la propia sociedad le pone etiqueta».