La Variante de Pajares requiere explicaciones

Cinco años después de cumplirse el plazo que se había fijado inicialmente para su apertura, la Variante de Pajares sigue siendo una obra inconclusa y en la que los problemas técnicos impiden, al menos de momento, hacer una previsión sobre su entrada en servicio. La obra más importante de los últimos tiempos en el país que presume de estar a la cabeza de la gran ingeniería a nivel mundial es sólo un fenomenal monumento a la chapuza, según los testimonios de quienes la conocen en profundidad y ante la evidencia de algunos hechos contrastados, como que los túneles secaron los manantiales históricos de esa zona de la montaña leonesa y vierten a los cauces asturianos entre 370 y 500 litros por segundo.

Es, al parecer, la consecuen-cia del mal sellado que siguió a un horadado realizado de manera precipitada y que, paradójicamente, se concluyó con nueve meses de antelación sobre la fecha prevista, lo que supuso un extraordinario ahorro de costes para las empresas adjudicatarias.

Fomento, que inicialmente se planteaba abrir uno de los túneles para dejar correr el agua por el otro, busca ahora una solución técnica a través de un informe que tendrá listo en tres meses. Pero los representantes ministeriales y de Adif tendrían que dar explicaciones sobre qué se va a hacer y cuándo, sobre la presumible falta de control en la ejecución de los túneles y, por supuesto, del sobrecoste de una obra que se presupuestó en 1.858 millones y que acumulará más desfase que el canal de Panamá.