AQUÍ Y AHORA
Más recortes en educación
José Ignacio Wert, ministro de Educación, no tiene suerte. Parece que lo suyo es seguir dando malas noticias. La última ha sido presentar la nueva poda de recursos destinados a los Erasmus. El recorte reduce prácticamente a la mitad la financiación de las becas para el curso que viene. El resultado práctico de esta laminación es que para mantener el número de alumnos que se benefician de las becas han decidido reducir el tiempo de la estancia en el extranjero. Según el ministro: «Es la mejor solución».
El recorte remite al objetivo de déficit, el dios Moloch al que todo se sacrifica. Todo menos la miríada de asesores y contratados a dedo que constelan ministerios, comunidades y ayuntamientos. De eso se habla poco y se hace menos. Reducir las partidas dedicadas a la Educación (y a Cultura) en cualquiera de sus múltiples facetas, me parece un error y en el caso de las destinadas a investigación, directamente un suicidio.
El programa Erasmus es una de las iniciativas más encomiables de la UE. Fomentar y facilitar la vida y el aprendizaje de nuestros estudiantes en terceros países —al tiempo que España recibe alumnos venidos de fuera— es la mejor forma de construir Europa.
Y no lo digo pensando solo en los lazos de convivencia que se forjan en una etapa de la vida crucial y que, a la postre, sirven para abrir oportunidades laborales. Hablar otros idiomas y compartir conocimientos derivados de otros programas y métodos de enseñanza, enriquece. Ensancha la mente.
El criterio mayoritario entre los profesores de Universidad con los que he comentado estos temas es muy favorable a los «Erasmus»; en cambio, sobre el Plan Bolonia, las opiniones estás divididas. Todos los ministerios han sufrido recortes. Pero unos más que otros. Aunque Hacienda (Cristóbal Montoro), pasa por ser el «malo» de la película, también hay que decir que hay ministros que han peleado a brazo partido para limitar los recortes.
No parece que haya sido el caso del titular de Educación. Quizá le perjudica que, técnicamente hablando, no es dirigente del Partido Popular y pese a su amistad con el presidente Mariano Rajoy, no tiene detrás el apoyo de una organización territorial del partido como es el caso de otros compañeros del Gobierno. Es un error político que Educación (y Cultura) hayan quedado demediadas en el reparto de recursos.
Y para quienes opinan que la cultura y la educación es cara, «que prueben con la ignorancia». La frase no es mía. Es de Derek Bok, rector de Harvard. Una de las cinco mejores universidades del mundo. Pues eso. Que tomen muy buena nota el señor ministro y todos sus compañeros de gabinete.