La reforma eléctrica no gusta a la cogeneración
Una treintena de empresarios, entre ellos algunos de los más importantes de la provincia de varios sectores, denuncian la «debacle» y el «total atropello normativo contra la actividad de sus industrias» que supone la controvertida reforma eléctrica, una medida que en su opinión —y en la de la Asociación Española de Cogeneración— «hará desaparecer la cogeneración con graves consecuencias para la industria asociada».
La cogeneración es la única herramienta manejable que tiene a su alcance la industria para hacer frente a la altísima factura que se paga en España por la electricidad. Su importancia es tal que en Castilla y León hay 76.000 empleos industriales en sectores que cogeneran, y de ellos depende el 38% del PIB industrial. Pero es que además sólo el desarrollo de la actividad y la conservación de los medios mantiene 500 empleos directos.
La reforma eléctrica, fuertamente contestada desde distintios sectores y auspiciada por un ministro permanentemente puesto en la picota —en el caso de la provincia más por omisión que por acción—, obvia la inversión en cogeneración realizada por la industria para ser más competitiva y eficiente para la elaboración de productos cotidianos en sectores básicos de la economía real como alimentación, papelería, química, refinados, textiles, cerámica, etcétera. Muy al contrario de lo que está haciendo, debería el Gobierno impulsar una política que recupere la contribución de la industria al empleo,
el bienestar y la actividad
económica real y sostenible.