CORNADA DE LOBO
Butelo y casulas
Trae de antiguo el antruejo carnavalito ( antroid o galego, entrudo lusitano) una munición de plato que mete calor y baile al cuerpo, el botillo... y nos trajo nuestro restablecido Pastún Pastrana el programa del « Festival do butelo e das casulas » que se celebró este fin de semana en Bragança (esa vecina portuguesa a la que quisieron requebrar estas tierras planteando una carretera que nunca llegó), pues el botillo que media España considera inicialmente berciano gracias a un Luis del Olmo que madrugó en su exaltación entronizándolo en fiestones de gran concurrencia, tiene sin embargo una ancha geografía que lo hace botelo en Galicia... butietsu en Laciana... butiellu en Asturias... butelo en Portugal ( bulho y butielho en mirandés)... pastor en Zamora y la Cabrera... banduju en Salamanca y Cáceres... androlla también entre gallegos, maragatos y bercianos... martino en parameras... llosco o tsoscu en Omaña, Órbigo y parte de Asturias... muchos nombres distintos para un un solo dios verdadero entripado en intestino ciego y a veces en vejigas o bandullos.
Lo que tardé en averiguar (aún me admira el descubrimiento) fue lo de casulas -en portugués, casullas-, aunque aquí es la legumbre que escolta al botillo de la comarca de Tras-os-montes. Las casulas son alubias pintas dentro de su propia vaina reseca (o sea, con casulla), pues resulta que se comen, aunque después de tenerlas a remojo dos días... pero ¿es que se puede tragar eso?, porque imagina uno un resultado de estopa en la boca a causa de lo reseco y de las fibras e hilos que tienen los fréjoles... y resulta que sí, se comen y lo tienen allí por viejo manjar (habrá que ensayarlo).
Todo lo cual nos lleva a hacer dos consideraciones... primera: el vergonzante desconocimiento que tenemos de realidades compartidas, así como de nuestros propios vecinos... y segunda: el exceso patriotero y urraco de los que sostienen que el botillo es un embutido exclusivo del Bierzo, ¿exclusivo?, y así lo consignan en publicaciones o propagandas (el botillo ya lo conocía Roma y seguramente lo copió de algún lugar del imperio... Francia o Rumanía, por ejemplo, también lo tienen).