TRIBUNA
Morano, Amilivia o López de Benito… ¿eran del PSOE?
Existen varias razones por las que Emilio Gutiérrez podría renegar de sus compañeros y predecesores, Mario Amilivia o Juan Morano, de su ex compañero Francisco Saurina —que harto de la dictadura y de la deriva que ha tomado su partido ha decidido abandonar el barco— o también de su actual compañero en el equipo de gobierno José María López de Benito.
Existen varias razones pero quizá la más ajustada a la realidad sea la que nunca asuma el alcalde: Juan Morano y Mario Amilivia son los principales responsables de la deuda municipal que ahora padecemos y sufrimos todos los leoneses, ellos gestionaron en tiempos de bonanza un ayuntamiento y lo hicieron a lo grande, con grandes concesiones a empresas, con contratos multimillonarios, con obras faraónicas como el Estadio Reino de León de la que ahora ya nadie quiere hablar y que a día de hoy seguimos pagando, o con un exacerbado clientelismo político engordando —y de qué manera— la plantilla municipal. Es cierto que el PSOE también ha gestionado este municipio, pero apenas un paréntesis de algo más de cinco años desde 1978. Podríamos asumir, como partido, nuestra cuota de responsabilidad en esa gestión e incluso, en la deuda que se derive de esos años, pero lo que no estamos dispuestos a admitir es que el PP arroje siempre ese dardo envenenado de la deuda municipal hacia los socialistas lavándose las manos como Pilatos.
En este breve espacio de tiempo de gobierno del PSOE, se puede decir que se hicieron algunas cosas importantes para la ciudad, Michaisa, rotondas de la Plaza de Toros, Carrefour o Espolón, Palacio Conde Luna o Espacio Vías, Plaza de Feve, centros de barrio en Armunia o Ventas Oeste, remodelación de Mariano Andrés, reurbanización del Casco Histórico, actuaciones en los barrios de San Claudio o el Ejido entre otros, prolongación de Ordoño II… Ni que decir tiene que la ciudad no estaba como hoy: se realizaron todas estas inversiones sin gastar ni un euro de los leoneses. Por eso hay diferentes deudas… en función de qué hayan servido para pagar.
En todo caso, dos años y medio después de asumir la gestión municipal la disculpa de la herencia no le sirve ni al Rajoy de León ni al de Madrid. Ellos han hecho con las cuentas municipales lo que han querido en tres ejercicios aunque eso haya supuesto incrementar la deuda financiera en más de 280 millones de euros, entre principal e intereses, a devolver en veinte años a los bancos, han despedido trabajadores, cerrado servicios públicos o subido, a límites inasumibles para la población, tasas y precios públicos.
Han hecho lo que han querido porque gestionan todas las administraciones. Algo que, recuerdo, nunca le ha pasado al PSOE. Gutiérrez tendría, pues, el respaldo, el amparo y el apoyo de los gobiernos central y el autonómico para hacer una gestión de futuro, una gestión positiva para el desarrollo económico y, por supuesto, laboral de León.
Pero reniega de ellos. Para bien o para mal, aquí parece que todo lo ha hecho el PSOE. Y les aseguro que ni Morano ni Amilivia —entre otros muchos responsables en los gobiernos municipales desde la democracia— han tenido carné de nuestro partido ni se les presuponen ideologías cercanas a la defensa de los que más lo necesitan, la justicia social, la igualdad o la solidaridad que defiende el PSOE.
A ellos no se puede achacar la Ley de Dependencia, ni la Ley de Igualdad ni tan siquiera el aeropuerto o la eliminación del Cruce de Michaisa o el paso a nivel del Crucero. Se lo dejo claro al alcalde por si no lo sabía.
Pero, como decía al principio, existen varias razones para explicar esta renuncia del alcalde y aunque la mala gestión de sus compañeros es la principal quizá haya muchas más: que el alcalde no está en la buena sintonía para trabajar ni con el presidente Rajoy, ni con el ministro Montoro, ni con el presidente Herrera (que no le han querido recibir desde el inicio de legislatura). Ni está siquiera de acuerdo con su propia jefa directa, número 2 en el Ayuntamiento y todopoderosa en el PP provincial, Carrasco.
Emilio Gutiérrez está solo ante el peligro y por eso dispara siempre con la misma flecha: la deuda y lo malos que somos en el PSOE. Ya nadie le escucha pero «este alcalde», como a él le gusta decir, se ha quedado sin crédito antes de que concluyera la legislatura y tendrá que volver a meter su carné del PP entre los dientes, tragar sapos y culebras y cubrirse con el paraguas que tan bien le ha cobijado durante estas décadas de funcionario modelo.
Y es que la presentación de la gestión no le va a servir como aval ante la ciudadanía. ¿Qué presentará Emilio Gutiérrez?. No podrá presentarse con las banderas de la creación de empleo ni de la buena gestión, ni siquiera de haber sido capaz de mantener o impulsar las infraestructuras que otros le dejaron en bandeja de las infraestructuras. En su mandato, triste mandato, cayeron ya las integraciones ferroviarias, el aeropuerto y hasta la León-Valladolid. Poco bagaje y pocos compañeros fieles de viaje.