La opinión del lector
Adiós a un gran
amigo y piloto
El sábado, 8 de marzo, falleció Enrique Álvarez Tranche. Ha sido éste un invierno duro y ventiscado, más de adivinar el Sol que de poder verlo. Vino sin embargo el Sol, fiel a su cita, espléndido y poderoso, repleto de luz y de esperanza.
Se diría que vino a por ti, Enrique. Acaso ya lo estabas esperando. Aportó las sombras para recogerte, para llevarte al cielo, lugar que tanto te gustaba; tu medio natural al fin y al cabo.
Enrique tenía ese duende, esa etérea cualidad que sólo un piloto de aeroplano puede reconocer en otro de su igual. Ese marchamo invisible que te acompaña siempre, sin tú saberlo ni pretenderlo. Ese don, querido amigo, que ni se ve ni se toca, pero que se siente, fue el más admirable que pudo darte la naturaleza.
Pero no acabó ahí. Culpable eres tú y no la naturaleza de todas las buenas cosas que hiciste, porque fuiste solidario y generoso. Dedicaste tu tiempo y tu esfuerzo a los demás, especialmente a todos los pilotos. Ese era en el lugar que más eras tú. Un castizo del aire, poco dado a los avances tecnológicos, al «ticas» y al GPS; más bien entregado al rancio ronroneo del motor, que tanto te gustaba escuchar. Nunca te vi con cascos accionando un piloto automático. Eras, claro está, un gran piloto de los de antes y una buena persona de las de siempre.
Quedan atrás aquellas vueltas aéreas, organizadas por ti, con asistencia masiva de aeronaves de toda la Península. Un hermanamiento luso-hispano que se repetía año tras año gracias a ti y que ahora no puede quedar en el olvido.
El Real Aero Club de León, al que tanto tiempo dedicaste y especialmente sus pilotos, tiene contigo una deuda que difícilmente podremos saldar.
Lo de «León» siempre lo decías fuera «por lo bajinis», como para que nadie lo supiera, pero para que todo el mundo se enterara.
Era otro don. Te has ido arriba que era donde mejor te encontrabas. Subiste a los cielos para siempre y esta vez no tendrás que pasar por el amargo trago de volver a bajar. D.E.P. Enrique Álvarez Tranche.
Adios a Leopoldo
María Panero
Ya se marchan/ los mejores/ los auténticos./ Leopoldo del alma/ botafumeiro andante/ defecador corrosivo/ meón de cocacolas/ amador de la muerte/ campeador de desastres/ caminante entre víboras/ en ausencia de estrellas/ lengua abrasadora/ latido/ corazón/ suerte/ y alas para el niño/ perdido/ descansa/ descansa/ descansa/ de la gravedad/ de la tierra/ pájaro pescador/ de luz/ estaremos/ algún día/ en Last river together.