León debe evitar este ‘fondo de saco’ del tren

Hace ahora tres años, en pleno periodo preelectoral, fue clausurada la vieja estación ferroviaria de León y se abrió la que surgía como provisional y que supone hoy por hoy un «fondo de saco» que complica la llegada de trenes a la ciudad. Entonces se aprovechó un Martes Santo para que la procesión de la cofradía de los ferroviarios (El Perdón) estrenase la prolongación de Ordoño II. Las miradas estaban puestas en el mes de mayo, con la convocatoria de unas elecciones municipales en las que finalmente hubo vuelco político en León.

Todo aquel sueño ferroviario se ha terminado por desmoronar como un castillo de naipes. La duda es si en 2011, cuando la crisis arreciaba con tanta dureza, todo lo ocurrido no tenía una parte importante de engaño porque ya existían excesivas dudas sobre hasta que punto se iban a desarrollar las obras proyectadas.

Lo curioso es que la integración del tren en la ciudad está claro que nunca se podría realizar con la obra milmillonaria planificada pero los terrenos ya fueron recalificados en su momento por lo que el Adif podrá beneficiarse con la venta de solares. Una situación que se repite en el caso de la vieja estación de Feve, donde hoy por hoy tampoco está nada claro cuándo y cómo se finalizarán las obras pero la misma compañía —tras absorber la de vía estrecha— dispondrá de unos beneficios en la ciudad por la venta de suelo.

El tren en León está sumido en un «fondo de saco» que tiene que conseguir superar.