Buscad ese salero

Tenemos ya el Grial santo, el cáliz de Cristo en su última cena... vale, la noticia es la órdiga... pero ya puestos, nos falta otra pieza clave de ese jueves previo a la Pascua del año 33 en Jerusalén... si la logramos, desfilará la cristiandad entera por este León del copón buscando los jubileos o perdones de las dos máximas reliquias cristianas... y llenando bares y posadas.

La importante, lógicamente, será el cáliz de la Última Cena, nuestro cáliz de doña Urraca , copa en la que no sólo se bebió el vino en aquella cena postrera de Jesús y sus discípulos, sino que después José de Artimatea recogió en ella la sangre y el agua manadas del boquete que le abrió en el pecho al crucificado la lanzada del centurión Longinos, según afirma un relato medieval que añade que el de Arimatea también guardó la lanza, la corona de espinas y algún clavo, yéndose después con todo ello a Inglaterra, donde aún se custodian. La patraña es británica, claro, pero el viejo orbe cristiano la cree y la defendería a cristazos.

Esa pieza que nos falta para acompañar a nuestro Grial es el Salero de la Última Cena . Esa trascendental reliquia estuvo aquí. ¿Dónde estará hoy? La tuvimos también ante las narices un tiempo, sí, en Hospital de Órbigo, en el año 1434, cuando el chuloputas Suero de Quiñones invitó a nobles a montar un fiestorro de un mes seguido que empezaba cada día con una misa, seguía con un torneo y se remataba con un festín (a la imaginación del lector deja el cronista lo que haría por las noches en el lugar y la contorna aquella peña noble entripada y beoda).

Durante ese mes, que se sepa, el salero fue venerado en la capilla de campaña que montaron en el Passo Honroso unos dominicos franceses para atender a los nobles francos que vendrían a las justas (había otras capillas para italianos, sajones...) y entre las reliquias que guardaba el tríptico de su altar portátil figuraba el Salero de la Última Cena , según dio fe y cuenta de ello el notario real Pero Rodríguez de Lena.

¡Guaca!... ¡el Salero de la Última Cena !...

Buscad ese salero. Pero ya. Pudo quedar por aquí. Y si logramos que Hospital de Órbigo tenga también su grial , León será la rehostia, profetiza Sócrates.