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Publicado por
León

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Este miércoles se reúne en el Parlamento la Subcomisión de Estudio de las Redes Sociales. Y ya saben el dicho, si quieres que algo no se haga, crea una comisión. No se trata de ser pesimista, pero sí de que hasta ahora sus señorías han demostrado una escasa sensibilidad hacia asuntos trascendentales como es el derecho y la defensa de la propiedad intelectual. Utilizo la palabra sensibilidad por no utilizar la palabra miedo. Porque en realidad algo de miedo tienen tanto a los internautas que abogan por el gratis total como a las compañías telefónicas que permiten el expolio de la propiedad intelectual. Así que la reunión de la subcomisión puede quedar en marear la perdiz y poco más. Ojalá me equivoque.

Sus señorías recibirán en sede parlamentaria, y a puerta cerrada, al director de Pantallas Amigas, Jorge Flores, al director general de la Federación para la Defensa de la Propiedad Intelectual, José Manuel Tourné, a un experto en seguridad y protección del menor, David Maeztu y a Ramón Miralles coordinador de auditorías y seguridad de la Información y protección de datos de Cataluña.

No sé si alguno de los comparecientes será capaz de convencer a sus señorías de que tienen que legislar para poner punto final a la piratería. Cada día aumenta el número de descargas ilegales de música, libros, cine... en fin de todo aquello que tiene que ver con el trabajo de creación. Y no han sido pocas las llamadas de atención de los creadores a los poderes públicos señalando la indefensión de la que todo creador es objeto ante los piratas informáticos.

El primer ministro, en este caso ministra, que intentó hacer algo al respecto fue Ángeles González Sinde, pero los internautas la convirtieron en el objeto de sus iras y el presidente Rodríguez Zapatero se arrugó. Ahora el Gobierno de Rajoy ha vuelto a retomar el asunto pero tampoco se atreve a dar los pasos necesarios para defender sin paliativos la propiedad intelectual.

Ya digo que hay dos problemas que ni sus señorías ni ningún gobierno se han atrevido hasta ahora a afrontar. El primero es el miedo a los internautas y el segundo a las compañías telefónicas. Lo curioso es que en otros países no se permite ni a internautas ni compañías telefónicas campar sin normas, por tanto no es comprensible que aquí sí.

En fin, habrá que esperar que sus señorías salgan un poco más concienciados de al menos uno de los problemas de las Redes Sociales que no es otro que no se pueden convertir en tierra de nadie donde robar salga gratis.