La opinión del lector

Profesionales del

Sacyl, muchas gracias

Cuando apenas ha transcurrido un mes desde el fallecimiento de mi marido, Luis Vidal Díez, no puedo dejar en el olvido, a pesar de que hemos perdido nuestra particular batalla contra el cáncer, el sentimiento de gratitud que debo a todos los profesionales de la Sanidad en León, que no cejaron en atenciones y esfuerzos para que saliéramos adelante.

Empiezo por Juan Ignacio López Gil, nuestro médico de Atención Primaria en el ambulatorio de José Aguado, quien, siempre con suma delicadeza, nos atendió y se interesó por la evolución de la enfermedad y el estado de ánimo de uno de sus muchos pacientes. También quiero agradecer ahora, aunque han transcurrido más de dos años, la profesionalidad y el interés demostrados por el doctor Pacho, cirujano digestivo que operó a mi marido.

Después vinieron las revisiones periódicas con analíticas, consultas, tratamientos, además de las consabidas pruebas de todo tipo. Fueron muchas las citas a las que acudimos al Hospital y en todo momento nos hemos encontrado con unos profesionales respetuosos y cercanos.

A finales de abril de 2013 reapareció la enfermedad y se sucedieron los periodos de hospitalización, algunos bastante prolongados, en la planta 5ª del Princesa Sofía. Allí esperábamos con ansiedad la visita diaria de la doctora Nieto. Creo que no podremos olvidar la humanidad y cercanía con que ella nos visitaba cada mañana. Nunca podremos agradecerle el interés y el esfuerzo que demostró a la hora de solicitar los servicios de otros especialistas, quienes respondían a sus peticiones a la mayor brevedad. Nuestro mejor recuerdo y todo nuestro agradecimiento al equipo de Radiología vascular e intervencionista, que nos atendió en repetidas ocasiones con esa familiaridad y cercanía que el paciente tanto agradece. Nuestro mejor recuerdo e inmensa gratitud, también, a todos los trabajadores de la planta 5ª (Oncología).

Siendo consciente de que no puedo nombrar a todos cuantos nos ayudaron, de todo corazón, gracias a todos los profesionales del Sacyl en León.

Begoña Bermejo Garrido. león

Reivindicar los ríos y la pesca tradicional

El 11 de marzo se aprobaron las normas de pesca para Castilla y León. Con premeditación, alevosía y si me apuran con nocturnidad. Haciendo gala una vez más del más absoluto desprecio por los pescadores leoneses. Existe un colectivo que los está demonizando permanentemente, formado por una serie de pseudo pescadores que, con algún interés espurio, defienden con insistencia y otras veces con violencia, la pesca sin muerte, eso sí, sin entrar en otro tipo de consideraciones.

Está demostrado que tanto la extracción de truchas por procedimientos eléctricos, como el estrés producido por la pesca sin muerte, no las mata directamente pero sí a medio plazo, porque produce esterilidad, entre otros daños, y a la micro fauna la hace polvo.

Los ríos no tienen truchas por:

1.º Alta contaminación que ha destruido la micro flora y fauna y a las propias truchas.

2.º Aparición de especies invasoras y no permitir su captura como son: cormoranes (que por cierto, provienen del litoral marino pasando antes por los ríos de Asturias y Galicia pero curiosamente se quedan en los ríos leoneses… ¿por qué será?, posiblemente será porque…» la trucha leonesa les parece más sabrosa...»), visones, etc.

3.º No controlar las poblaciones de garzas, nutrias, etc.

4.º Repoblar con truchas de diseño sin capacidad para reproducirse en el propio río. Que son las que pescan los pseudo pescadores.

5.º No ver un guarda o vigilante del río ni en pintura.

6.º Tener un furtivismo duro. Los que se lo llevan crudo para comercializar.

7.ª Un furtivismo menos duro practicado por la condición de algunos pescadores que no dan la talla como tales y pretenden pescar al precio que sea con cualquier arte aunque éste sea ilegal.

Solución que acaba de aplicar la Administración: «potenciar la pesca sin muerte» y vale. Eso supone que, dentro de unos años los ríos leoneses estarán «rebosantes de truchas» y habrá una superpoblación. ¿Qué harán entonces, meterán pescadores o meterán cormoranes, nutrias etc., o se las llevaran para Valladolid para equilibrar el sistema?

En cuanto al aspecto económico, porque se presupone que ya lo habrán calculado: ¿Qué pasará con los gallos de La Vecilla y lo que representan para esta comarca? ¿Qué ocurrirá con el turismo relacionado con esta actividad? ¿Qué pasará con las armerías y demás artesanos? ¿Qué ocurrirá con la recaudaciones de las licencias de pesca, los cotos, los desplazamientos, etc.?

Qué pasará en fin, cuando la gente se conciencie de la gran felonía que han cometido. A lo mejor dejan de votarles en las próximas elecciones.