Acaba el ‘vuelo’ iniciado en Mansilla

El preso de ETA Iosu Uribetxebarria Bolinaga pasa las primeras horas en su domicilio guipuzcoano de Arrasate. Se le acabó lo de salir a tomar txikitos porque le ha sido retirada la libertad condicional de la que se había beneficiado como consecuencia del cáncer que le fue diagnósticado y tratado en el Hospital de León.

Bolinaga, un hombre clave en el secuestro del funcionario de prisiones burgalés Ortega Lara, ha sido condenado ahora por el juez Ismael Moreno a prisión domiciliaria al considerar que fue él quien efectuó los disparos que acabaron con la vida del cabo de la Guardia Civil Antonio Ramos Ramírez en el año 1986.

Esa decisión judicial forzó automáticamente la retirada de la libertad condicional de la que disfrutaba desde el verano de 2012, cuando fue trasladado desde la prisión provincial de Villahierro hacia el País Vasco por razones humanitarias al considerar los informes médicos que corría serio peligro y que apenas disponía de unos meses más antes de que el cáncer acabase con su vida.

Desde entonces ha protagonizado un singular restablecimiento y una muy dura polémica política.