Un silencio que habla por sí solo

Desde que el llorado Adolfo Suárez sorprendió a propios y extraños legalizando al Partido Comunista de España aquel histórico Sábado Santo de 1977, la Semana Santa nunca ha estado exenta de posibles sobresaltos políticos. Más de un presidente de Gobierno ha aprovechado estos días de asueto institucional para pergeñar lejos del mundanal ruido cambios en sus equipos ministeriales.

Tras la designación de Miguel Arias Cañete, Mariano Rajoy ha dejado esa puerta entreabierta. Es posible que tras la Pascua se limite a sustituir al ministro de Agricultura y no quepa hablar ni de crisis ni de reajuste ni de remodelación, aunque tampoco será lo mismo que la cartera la herede alguien del escalafón del departamento —sería el caso de la vallisoletana Isabel García Tejerina— a que se incorpore al Gobierno alguna figura con peso político propio dentro del PP. En todo caso no se puede descartar que el «previsible» Rajoy sorprenda a casi todos e impulse la campaña de las elecciones europeas prescindiendo de alguno de los ministros peor valorados para inyectar savia nueva en el Consejo de Ministros. Por mínima que sea, la posibilidad existe y mantendrá en vilo estos días de Pasión tanto a los candidatos al cese como a los hipotéticos ministrables.

En el ámbito autonómico, al margen del apoyo electoral que obtenga cada opción, ya sabemos que las elecciones del 25 de mayo no van a deparar novedades en cuanto a los eurodiputados electos vinculados a la comunidad de Castilla y León. Los tres que actualmente ocupan escaño en el Parlamento Europeo vuelven a concurrir en puestos que garantizan su reelección. Francisco Sosa Wagner, el catedrático de la ULE, vuelve a encabezar la candidatura de la UPyD y en esta ocasión lo hace con el aval de haber ganado las primarias convocadas al efecto por dicha formación.

La socialista vallisoletana Iratxe García ha salido indemne de los codazos habidos en su partido por hacerse un hueco en tan apetecible lista. Y no sólo ha sobrevivido, sino que ha ascendido del octavo al quinto puesto, lo que indica que su trabajo ha sido bien valorado en la calle Ferraz. A sensu contrario, habríamos de colegir que el abulense Agustín Díaz de Mera, un hombre propulsado políticamente por Ángel Acebes, no suscita entusiasmos dentro del PP. En esta ocasión figura en el número 16 de la lista, cuatro puestos más abajo que en las elecciones de 2009.

Sobre la continuidad de Díaz de Mera resulta muy significativo el silencio guardado desde la dirección autonómica del partido. Mientras se han deshecho en elogios hacia la figura de Arias Cañete, ni Juan Vicente Herrera ni ningún otro dirigente del PP de Castilla y León se ha referido para nada al eurodiputado abulense. Hay silencios que hablan por sí solos.