Editorial: Emergencia social, ayuda inmediata y solidaridad ciudadana como arma
Cruz Roja encogía como un puño el corazón de los leoneses —días atrás lo hicieron Cáritas y Save the Children a nivel nacional con otras cifras no menos alarmantes— al revelar algunos datos que, más allá de la reflexión, vuelven a poner en primer plano la situación de emergencia social que envuelve a la provincia. La oenegé alertaba de haber agotado en poco más de tres meses el presupuesto de ayuda de todo el año tras haber cubierto los gastos básicos —agua, luz, hipoteca, higiene y alimentación— de casi un millar de familias leonesas asfixiadas por el demoledor efecto de la crisis.
Frente al mensaje del ministro Cristóbal Montoro —traído ayer mismo a los titulares por otra cuestión bien distinta— celebrando hace unos días unas cifras macroeconómicas seguramente objetivas pero ajenas a la sensación de la calle y cuestionando el informe de Cáritas, hay una realidad bien distinta. Por ejemplo, la de que uno de cada tres niños está en situación de pobreza o en riesgo de exclusión social, la de España ocupando el segundo lugar del mundo en incapacidad de lucha contra la pobreza infantil y la de que sólo Grecia nos gana en tan dolorosa clasificación. Y que hay más de 700.000 hogares en los que no entra ni un solo euro.
Esos mismos informes relacionan este panorama con la crisis económica. Sin embargo, las causas de la pobreza no hay que buscarlas exclusivamente en la falta de dinero para comprar ropa y comida, o en las dificultades para pagar la luz, el gas y la hipoteca. Las crecientes dificultades para acceder a los servicios sociales establecen una evidente relación de la pobreza con el fracaso de las políticas sociales de las administraciones, con inacción para combatir esa situación y, lo que es peor aún, con la falta de voluntad política para corregir esa tendencia.
No es tanto como afirmar que exista voluntad de contribuir a aumentar esa pobreza, pero sí parece que las decisiones que se vienen tomando —reforma laboral que facilita y abarata el despido, reducción del subsidio de paro y recorte de los servicios sociales— o las que se dejan de tomar favorecen esa situación.
Paradójicamente, frente a ese incremento del número de demandantes que denuncia Cruz Roja en León, repunta el número de socios, con un incremento superior al 7% en el primer trimestre del año para superar ya los 16.000 en la provincia. Es una feliz noticia la de la disposición ciudadana a asumir cada día un mayor compromiso. Los derrotados por la mala gestión de la crisis —la mayoría— están descubriendo aspectos muy positivos de las personas, decididas a resolver los problemas de primera mano y a actuar directamente en favor de quienes tienen más cerca y peor lo están pasando. La solidaridad es un arma muy poderosa.
