Cerrar
Publicado por
juan carlos franco
León

Creado:

Actualizado:

Por las escaleras de los ayuntamientos del Bierzo no se espera que desfilen ni Bardem ni Tosar. Tampoco está previsto en el guión que por aquí pase León de Aranoa para soltar un «corten» antes de que los protagonistas de nuestro drama del desempleo se vayan a sus casas arrastrando su condena.

Con lo que sí se cuenta es con alguno de aquellos memorables lamentos cinematográficos, más vigentes que nunca por culpa de una situación actual que ha creado una generación de muertos en vida, laboralmente hablando.

«- Ves, todo lo que nos contaban del comunismo era mentira.

- Peor es que todo lo que nos contaban del capitalismo es verdad ».

Cuentan que este diálogo se repitió este lunes en nuestro ‘Cubillos al sol’. Y la consigna final no podía ser otra: abajo el capitalismo, abajo las empresas y municipalicemos los servicios (un quítate tú para ponerme yo, a efectos de los listados del Ecyl). Es de suponer que la próxima estación será pedir que el ayuntamiento lance un OPA hostil sobre Enel para hacerse con la térmica de Compostilla. Todo se andará, pues no será porque no se barruntan lunes soleados en el horizonte antes de que llegue el ansiado cambio de ciclo. Más allá de los dramas personales que se han dado cita en esta ocasión en las escaleras de acceso al consistorio, es una invitación a la reflexión el hecho de que aquí llueva sobre mojado en esto de organizar colectivos de desempleados.

Andará ya por las dos décadas de la creación de aquella Asociación de Parados de Cubillos del Sil, trampolín que alguno utilizó para darse a conocer y poco más. El tiempo pasa y la historia se repite. Y lo hace en este municipio, y no en otros como la cercana Cabañas Raras, la más grande Ponferrada o el más minero Villablino, también castigados por el paro y la crisis.

Sea por la térmica o por unas arcas municipales de las que siempre se ha dicho que gozan de excelente salud, el elegido vuelvo a ser Cubillos. Sin embargo, desde el primer capítulo de esta serie a la actualidad, la situación ha cambiado. La achacosa Compostilla no está para alardes, más bien al contrario, mientras que las cuentas de los ayuntamientos ya no tienen días de fiesta. Y menos tras la última reforma de la administración local, ni tan siquiera en los que no conocen los números rojos.

Cargando contenidos...