El TDT o el TDE

Es una especie de timo de la estampita, pero en vez de TDE se llama TDT. Se inventó en el año 2010 y entonces nos hicieron comprar un aparatito para cada televisor, de manera que como en todas las casas había por lo menos uno, calcule usted el negocio de los fabricantes y vendedores de semejante artilugio. Pero todavía eran los años de las vacas gordas.

Sólo cuatro años después, resulta que ese aparatito, que ya casi nadie tiene, (porque hemos cambiado de tele, para evitar el engorro de un sintonizador que no siempre funcionaba) ya no sirve, o no sirve solo, pues se necesita resintonizar las frecuencias porque ahora la telefonía móvil ha superado las previsiones más optimistas y precisa nuevas vías para seguir creciendo, así que se ha decidido cambiar de banda a los canales televisivos, aquellos que nos dijeron que iban a significar una mayor pluralidad, por aquello de haber más cadenas, pero que en la realidad se tradujo en más de lo mismo, ya que se asignaron a otras cadenas que no saben qué hacer, porque llenar una programación cuesta lo suyo y ahora que la publicidad no abunda, los juegos de cartas o de adivinanzas con llamada telefónica incluida es lo que copa la parrilla de casi todas las cadenas privadas a partir de la madrugada ¡Y nos hablaron de pluralidad!

Pues si en el 2010 hubo que comprar un aparato por cada televisor y poner uno o varios cajetines en la antena, ahora hay que volver a colocar otro u otros cajetines en la antena. Y vuelta a pagar (30 euros para las viviendas unifamiliares que deberán colocar un filtro y 200 euros de vellón por cada uno de los amplificadores que habrá que colocar en las antenas comunitarias) otra vez para ahora ver no los 25 nuevos canales, sino los 16 que queden, porque 9 desaparecen desde mañana, 6 de mayo, que es la fecha anunciada para el apagón de esos canales después de que el Tribunal Supremo ratificara la ilegalidad de su adjudicación. Otra metedura de pata del anterior Gobierno, similar a la de los 400 euros que nos regaló para quitárnoslos después. O como decía hace dos semanas, una invitación que nos hizo pero que realmente tenemos que pagarla nosotros. Vamos, el TDE. Porque para seguir con los canales de siempre y dando todos lo mismo, porque en la variedad no debe estar el gusto, para eso no hacía falta el TDT ni ahora el TDE. Habrá que resintonizar, pero mejor nos vamos con la sintonía a otra parte, para que no vuelvan a tomarnos el pelo.