Un San Isidro con menos interrogantes

El campo leonés afronta su popular fiesta de San Isidro pendiente de la tarifa eléctrica. Hoy es su problema más urgente porque está en juego el que los regadíos tengan que afrontar unos pagos totalmente abusivos.

Y después de mucho tiempo se llega a este día del patrón de los agricultores y ganaderos con muchos menos interrogantes sobre la mesa. El diseño de la nueva Política Agraria Común ha trazado una hoja de ruta que deberá ir aplicándose durante los próximos años y que supondrá, entre otras cosas, la entrada en vigor de liberalizaciones importante en varios sectores. Con mayor o menor acierto el campo dispone de este modo de un marco estable y previsible, algo que se ha echado en falta en múltiples ocasiones, y que otorga mucha tranquilidad y muchas más posibilidades para planificar a medio o largo plazo a todos aquellos que apuesten por este sector.

Para la provincia el campo es fundamental. La reducción vivida por la minería del carbón en los últimos años otorga aún si cabe un mayor protagonismo a una agricultura y una ganadería que hay que reconocer que ha experimentado una modificación sustancial durante los últimos años para conseguir ponerse al día.

Ahora se hacen imprescindibles las infraestructuras pendientes para el desarrollo y la puesta al día de todos los regadíos. Hoy el campo se ha transformado gracias, entre otras cosas, a la profesionalización del sector y la respuesta de las diferentes instituciones implicadas debería estar al mismo nivel, apostando en firme por esos agricultores y ganaderos que ya lo están haciendo.

La posibilidad de que el mundo rural se mantengan y que los pueblos dispongan de población pasa imprescindible por el campo. Apostar por él es la mejor fórmula para conseguir frenar la despoblación de la provincia.