EDITORIAL: Averías intolerables en unas obras recientes
La denuncia pública de los regantes del Páramo Bajo obliga al Ministerio de Agricultura a investigar al detalle la situación de las infraestructuras que fueron renovadas antes de 2010 para determinar cuáles son los fallos y cómo pueden subsanarse.
El dato de que se ha producido un centenar de averías en esa red de regadíos desde que se concluyeron las obras es realmente preocupante porque pone en evidencia que algo se ha hecho mal. Y tratándose de una obra de la envergadura de la desarrollada con mucho dinero público y con el esfuerzo de los propios regantes hay que determinar qué ha fallado y quiénes son los responsables para que no exista impunidad ante un desastre de tal calibre.
La sociedad reclama cada vez más que las inversiones con el dinero de todos tengan el máximo rigor en su diseño y en su realización, y por ello llama especialmente la atención en este caso que la sociedad pública Seiasa desoyera las reclamaciones de los regantes que ya hace tiempo plantearon que las obras no deberían recibirse en esas condiciones de precariedad.
La comunidad del Páramo Bajo recuerda que éste es un momento especialmente complicado para el sector por el reciente tarifazo eléctrico que ha sufrido. Por ello plantea que no deben ser los agricultores los que se vean obligados a financiar ahora unos errores que no causaron. Parece de justicia que llegue una solución de manera urgente y sin sobrecostes.