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Publicado por
Félix MADERO
León

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Nada de lo que sucede en el PSOE es una sorpresa. Elena Valenciano no era una buena candidata y en el partido sabían que había otras opciones. Y Alfredo Pérez Rubalcaba, también. En política, cuando te dan la espalda sucede como dice Serrat: «Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio».

Porque este es el problema de los socialistas y, quien sabe, si de los populares dentro de unos meses. PP y PSOE están obligados a extraer de los resultados del domingo conclusiones definitivas y a poner sobre la mesa soluciones arriesgadas más que valientes. El problema lo tiene Rubalcaba, pero el año que viene, en las autonómicas y municipales lo tendrá el PP. No hay que ser Arriola ni ser un experto en encuestas —¿pero hay expertos de eso en España?—, para saber que los resultados del 25-M tienen mucho de extrapolables a futuras consultas. Se ha votado con el recuerdo, la emoción y el sentimiento desbocado. Se ha votado mirando al futuro.

Los que se han ido del PSOE no volverán. Los han engañado tantas veces que han terminado por aprender que la verdad no tiene remedio. La mentira tampoco. Algunos en el PSOE despiertan y dan con la tecla: se trata de ideas para los que sufren la crisis y no de discursos sobre un candidato machista, al que con ese argumento nadie, como se ha visto, iría a votar. Salvarán los muebles si demuestran que son útiles. Saben que la falta de democracia interna, la rigidez del aparato, la endogamia y la fidelidad perruna acabará con ellos. La disciplina disfrazada de obediencia y lealtad en manos de la mediocridad y la tibieza ha terminado con un modelo creado para durar por aquellos que califican al PSOE de jaula de grillos. Ahora llega José Bono y dice a los suyos que ya está bien, que orden y concierto, que el PSOE no debe parecerse a un pase de modelos, que termine el espectáculo de un partido herido que parece una jaula de grillos.

¿Qué era cuando él abría y cerraba la jaula? Ahora Felipe González declara que parece que se lleva lo bolivariano. No, hombre no, no se lleva ahora, es desde hace décadas de engaños e imposturas en las que se les llenó la boca de democracia y era mentira. La gente se cansó. El mecanismo ha dejado de tirar palante de la manera más bonita y popular, que cantaba Carlos Cano. La sigla no está por encima de la memoria. La lealtad a la marca es pasado. Los electores descubren que se puede ser socialdemócrata y votar otra opciones o no votar. Los ciudadanos han explotado. No con mi voto. Basta de mediocridad, de oportunistas y mentiras. Pero no aprenden: por ahí anda Carme Chacón, varias veces ministra y un icono con ZP pidiendo transparencia y responsabilidad La gente no tiene un duro, pero tiene memoria. No es cosa de estatutos ni de reglamentos. Se trata de personas antes que de ideología. Por sus frutos los conoceréis. ¡Dios, lo que les cuesta entenderlo!