FRONTERIZOS
Podemos preguntar
Le preguntas por el asunto a tu amigo, el de centro derecha. Los resultados, dice, han demostrado que las medidas del gobierno, aunque duras, son entendidas por la población. Vamos mejor, hay claros síntomas de recuperación y hemos sido el partido más votado. Lástima del triunfo de ese radical que compraba la ropa en Alcampo y se atreve a llevarle la contraria a Marhuenda.
Los analistas señalan, en cambio, que el PP ha perdido más de dos millones y medio de votos y que buena parte de sus simpatizantes están recelosos, decepcionados y cabreados con el gobierno. Pero, ¿a quién vas a creer, a un especialista o a tu amigo de centro derecha?
A tu colega socialdemócrata lo encontraste tan mustio que te dio por animarlo. Que si habéis ganado en este lado del Manzanal, que si lo de Rubalcaba es una oportunidad para la renovación, que si tal y que si cual. Como si nada. Casi se te echa a llorar en el hombro cuando te confiesa que lo que más le ha dolido es que sus tres hijos han votado a Pablo Iglesias. El de la coleta, aclara. Innecesariamente.
Esperabas compensar esa depresión con la alegría de tu vecino, el de Izquiersa Unida, que ha triplicado representación en Bruselas. Tampoco. No acaba de entender el veterano izquierdista que corrió delante de los grises (¿o era detrás?) cómo una improvisada banda de perroflautas , con un programa tan similar al suyo, les ha superado por la izquierda y robado el voto indignado.
Intentaste argumentarle el asunto a partir del fenómeno 15-M, del efecto viral de las redes sociales y de la necesidad de escuchar y volver a ilusionar a la gente. Y eso, ¿en qué obra de Lenin está?, te preguntó. Es más bien de Gramsci, le dijiste. No leo a revisionistas, te dijo. Y lo dejaste por imposible, mascullando algo sobre la caída no sabrías decir si del bipartidismo o del bipartito.
Algo más satisfecho estaba tu compañero magenta. Al menos han logrado que Sosa Wagner no vuele solo a Estrasburgo. Pero tampoco desbordaba alegría. UPyD no acaba de despegar como alternativa real ni con el derrumbe popular-socialista, ya se empiezan a oír voces críticas con el personalismo egocentrista de la lideresa y unos recién llegados como Ciudadanos les han levantado medio millón de votos sin despeinarse. Sin olvidar, claro, el peligro del piquito de oro ese de las tertulias televisivas. Quisiste localizar a alguno de los cinco votantes en Ciudad del Puente de Extremeños por Europa. Curiosidad friki, más que nada. Ni rastro. En la búsqueda solo salían opiniones sobre Podemos y su líder: demagogo, submarino mediático, masón, chavista, populista, estalinista y unas cuantas cosas más que acaban en «ista».No preguntaste más. Te fuiste a leer a Suñén. Un poeta interesante. Iba con Podemos.