... de Valdueza

Tan de ese valle es la ascendencia familiar del filósofo de nuestras sobrecenas, don Sócrates, que a la fuerza había de apellidarse Valdueza, val del Ueza (hoy río Oza), arteria que lleva al Sil las nieves del Aquiana y cada fuente o arroyo del Valle del Silencio.

Por eso le interesó mucho a Sócrates la noticia que daba cuenta de las tareas de limpieza, desbroce y consolidación de su ruina en la iglesia románica de Manzanedo de Valdueza, a tiro de piedra de Peñalba, tareas que llevó a cabo la asociación Promonumenta comprometida con todo ese vasto patrimonio leonés que el tiempo muerde y la indolencia política arruina.

Y allí vieron cómo la devoración vegetal se sumó a la orgía ruinosa o cómo la gente había estado levantando las losas de piedra del ensolado esperando encontrar seguramente debajo alguna orza llena de oros. En fin, los restos ruines de aquella iglesia pobre se pudrieron o se expoliaron. Y me sumo a la cifra buitre de los que allí pillaron, pues años después de que el sueño ermitaño de mi hermano Jose se diluyera allí, yo también robé lo mío , hecho que ya confesé en su día esperando el momento de reintegrarlo (que no lo vi; a ver si ahora); y fue una capa pluvial astrosa y rota, una casulla de misa de difuntos y el justillo-casaca de alguna pequeña talla, seguramente un niñojesús , que estaban en una desvencijada cómoda sacristana o por el suelo macerándose con el barro y las inclemencias que se colaban por su techumbre hundida (en casa no han dejado de reñirme por guardar esas cochambrosas vestiduras).

Hablaron los de Promonumenta con el ayuntamiento de Ponferrada al que pertenece Manzanedo y se vislumbra voluntad para reconstruir la iglesia y establecer un convenio de uso con su propietario (un obispado de Astorga que no quiso hacer nada por detener su desplome), ya que cabrá conciliar ahí el escaso uso litúrgico que le pueda caber a un templo que no vale para parroquia (está a dos kms. del pueblo) con alguna actividad cultural que justifique el gasto civil y el mantenimiento de la obra hecha... ¿qué tal un ciclo estacional de Músicas del Silencio?...