Fenómeno

La presencia de José Tomás es desde hace años un fenómeno que va mucho más allá de los ruedos. De hecho su presencia trasciende con creces el mero acontecimiento taurino. León vuelve a ser protagonista de este argumento, que al margen de resultados artísticos deja una renta en la ciudad (y sus alrededores) que sólo se alcanza en los mejores años del que se ha consolidado como principal reclamo turístico leonés: la Semana Santa.

Al retortero de la actuación del diestro de Galapagar el domingo de la próxima semana, los hoteles han colgado el cartel de «No hay billetes», y eso a unos precios de infarto. Los aficionados se han asegurado la localidad comprando abonos para los tres días de feria, y se disponen a pasar un fin de semana a lo grande. Y eso, hablando de ‘turismo taurino’, es una renta para todo el negocio hostelero leonés. Porque el turista taurino gasta. Y no sólo en alojarse y comer.

El ‘fenómeno José Tomás’ ha sido estudiado en los últimos años por los economistas. Su presencia, que prodiga en contadísimas ocasiones, arrastra a miles de aficionados allá donde hace el paseíllo. Y mueve volúmenes de dinero que difícilmente se logran con otros acontecimientos.

Los expertos calculan que su actuación en una feria deja en la ciudad por la que pasa un rastro de alrededor de 2,5 millones de euros. Que se dicen pronto, más en los tiempos corren. Granada y León serán en los próximos días las beneficiarias de este inesperado desembarco económico.

A partir de ahí, lo que haga el sector turístico de la ciudad para rentabilizar la afluencia de visitantes es cosa de los profesionales. El viajero vuelve allá donde le han tratado bien, a los lugares de los que guarda buenos recuerdos. Ese debería ser el empeño de la provincia en los próximos días.

No hay mejor escaparate ni mejor promoción que aprovechar la presencia de los visitantes para convencerles de que esta es buena tierra para venir, para disfrutar y sobre todo para volver. También para recomendar a otros, que no hay mejor folleto propagandístico que el boca a boca.

A partir del viernes las calles de León se llenarán, gracias a la feria taurina, de miles de visitantes. Las 10.000 localidades del coso del Parque se quedarán pequeñas para todos los que quieren ser testigos de la actuación de un torero que ha marcado una época. Acogerles con hospitalidad inteligente es una oportunidad que no puede desaprovecharse.