La opinión del lector
Agua en el Bajo Bierzo
La entidad gestora del bajo Bierzo, el pasado2013, sin previo aviso, reunión o legalidad vigente, nos ha pasado a los vecinos de Dehesas (Ponferrada) unos recibos (por el tratamiento de aguas residuales, que no tenemos, que no utilizamos) bajo amenaza de apremio y embargo, cometiendo una irregularidad y un abuso de poder, saltándose las normas que rigen para estos casos. Parte de estos vecinos, cumplidores de la Ley, hemos pagado los recibos emitidos, temerosos de que se pudiera cumplir esta irregularidad.
La que suscribe, al igual que la mitad pagadora de los vecinos, pagamos la cantidad exigida con prontitud a Aqualia, en concepto de un servicio que nunca hemos recibido, y que no necesitamos. Esta irregularidad fue posteriormente desestimada, siendo resuelta a nuestro favor, pues no tenía otra razón de ser, quedando sin efecto el cobro en el futuro para todos los afectados.
La irregularidad del cobro fue reconocida, pero no por ello, se ha procedido por parte de Aqualia a devolvernos la cantidad que diligentemente pagamos. Las reclamaciones han sido varias, pero Aqualia hace oídos sordos a nuestras peticiones de devolución, ni contestación alguna a nuestros escritos.
En vista de este proceder y discriminación ante quienes hemos pagado, cabe preguntar: ¿Qué ejemplo de seriedad, cumplimiento y justicia nos está dando esta empresa, que no nos devuelve el dinero cobrado ilegalmente, a aquellos que pagamos legalmente? Creo que en lo sucesivo se puede aplicar «paga adelantada paga viciada». El montante de la cantidad es irrisoria, que podemos tildar sin temor a equivocarse de «apropiación indebida» u otros conceptos más graves merecedores de ser escritos.
Desearía lo mismo que parte de los vecinos de Dehesas y del resto de la Mancomunidad que hemos pagado, que se aplique la justicia por parte de quien corresponda, y nos devuelvan el dinero «apropiado indebidamente» quedando así ante la ciudadanía, como una empresa gestora que observa y hace observar las leyes y el bien mancomunado y no como una empresa acaparadora de los bienes ajenos.