EDITORIAL: Ofrecer un futuro combate el maltrato
La lucha de toda la sociedad y de todas las instituciones contra la violencia de género debe incluir de manera más contundente una alternativa para que las mujeres que se deciden a denunciar dispongan de una verdadera oportunidad de futuro. Dar el paso para hacer pública la situación de padecimiento exige mucha valentía por parte de la mujer y la existencia en el corto o en el medio plazo de soluciones vitales es probablemente el mejor camino para animar a las víctimas a buscar ayuda y romper con ese padecimiento.
El año pasado fueron 223 mujeres leonesas las que recibieron ayuda directa del Gobierno al verse obligadas a trasladarse de ciudad para poder solventar la situación de maltrato. Pero esa fórmula, aunque importante, no debe apartarse de la que es fundamental y que es la posibilidad de que la víctima pueda disponer de un puesto de trabajo, lo que en verdad le garantiza un futuro y la posibilidad de rehacer su vida plenamente.
En 2013 sólo el 18% de las víctimas de la violencia machista que estaban inscritas en el paro consiguieron un empleo. Es verdad que son tiempos complicados para todos a la hora de conseguir colocación, pero también es cierto que estas mujeres reclaman de la sociedad todo el esfuerzo posible más allá de la pura ayuda o subvención. Y por ello se entiende mal que las ayudas para que las empresas las contraten han sido poco más que testimoniales y que apenas se incentiva que las víctimas puedan rehacer su vida con un empleo, en lo que supone sin duda la mejor respuesta posible para que exista un verdadero punto y aparte después de lo que han padecido en sus propios hogares.
Las campañas para animar a la denuncia ganarán sin duda mucha eficacia cuando las mujeres tengan claro que hay una vida con garantías más allá del día de la denuncia.