Diario de León

CORNADA DE LOBO

Ni toril ni toreril

Publicado por
PEDRO TRAPIELLO
León

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Tarde de toros. Ya.

Y de enormes toreros. Claro.

Tarde de plaza abarrotá como pocas veces se vio. Normal.

Pero tarde sin un solo oooh o al menos algún aaah... y eso no es tarde de toros que se pinte.

Resumido: seis faenitas de poco aliño, seis... tres destellitos de Tomás, tres... dos detalles voluntariosos de Fandiño, dos... y se acabó... mi querido Juan Mora se las vio con dos arrodillaos que sólo rezaban vagancias (eran vagos hasta en maliciar)... y así todos los lotes, salvo el quinto al que Tomás sacó una meadita de petróleo encelándole en corto con alguna serie de muleta... y lo de jugársela, para otro día, Colás, que la plaza de León no es la empitonadora de Aguascalientes, sino de aguasfrías en jarro... aunque, de no haber gloria, el morbo inconfeso del tendido lo fiara todo a la tragedia.

Más resumido: ni toril ni toreril.

Porque sin toro no hay torero. Y eso fue todo. Qué ganao. De salida parecían bizarros con su manto carmelitano tornasolao, aunque algo abrochaos de pitón, y al poco se vio que andaban de trapío peor que de rodillas.

Hablemos, pues, de otra cosa.

De Juan Mora, por ejemplo, del tipo prudente con cara de campo soleao, afable, contenido, hondo al hablar y de mirada azulona como tantos extremeños (placentino él). Charlamos tras desayunar en un hotel que ya delataba que ese domingo era de toros porque rebullía en el hall clientela madrugada. En un hotel sólo madrugan los peregrinos (no era el caso ni el hotel), los viajantes de comercio... o la gente de campo con ganao (este era el caso), cuadrilleros, mozos de estoques, algún apoderao, un mayoral...

A Juan le conocí de buena gente antes que de torero. Me causó viva impresión su decir medido y su prudencia sonreída; compartimos un mano a mano en un curso de verano sobre El toro y el vino y tuve la certeza de haber conocido a alguien decente en un mundo taurino de celos, bocazas, rejón y componenda. Al despedirle con un ¡suerte, maestro! me dijo ¿suerte?, ¿qué es la suerte?... aprendo más de los fracasos que de una tarde gloriosa .

Filósofo a su pesar.

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