Utes

Resulta que nos extinguimos. Sin remisión, sin posibilidad ninguna. Nuestra suerte está echada y hace mucho que se comenzó a apostar por este resultado. El número de defunciones dobla al de nacimientos. Si fuera de ciencias, les podría decir durante cuánto tiempo puede sobrevivir un organismo en el que la destrucción de células es dos veces superior al de su división, pero creo que pueden hacerse una idea. Pues así está la provincia. Tres mil nacimientos frente a seis mil muertes.

Y todavía dice el presidente de la Diputación que va a hacer todo lo posible para que los «leoneses puedan salir» (sic), una ute de agencias que alquile aviones. Ole y ole, pero mientras, que la Junta siga dando ayudas a las empresas para que sus vuelos operen desde Valladolid a través de Fomento, ay no, perdón, que era la Consejería de Familia, o la de Igualdad de Oportunidades, o la de Turismo, qué más da, que aquí el todo vale hace tiempo que se entronizó. Pues eso, una ute. Ya puestos, podríamos hacer esa unión temporal de habitantes, una Utha, que queda muy de campus norteamericano. Cada uno de nosotros que ponga una cantidad y alquilamos taxis aéreos. Así, viajamos donde queramos, como la alta sociedad. Yo creía que el Estado nos metía la mano en el bolso para eso, para devolvernos lo ‘robado’ en derechos, pero no, que ahora hay que pagarlo todo dos veces, un entrenamiento para cuando esto del bienestar se acabe. El mundo perfecto.

Nos dicen que nos bajan los impuestos, pero en realidad nos los suben; nos dicen que con esos impuestos pagamos servicios, pero los desmantelan, nos dicen que hay igualdad de oportunidades, pero no nos dicen que siempre hay letra pequeña… como la de Willy Meyer, el defensor de los pobres, con Sicav en Luxemburgo, que eso sí que es chulería, porque los de derechas, ya se sabe, pues están al trinque, son malvados y tratan de aprovecharse del pobre, pero los comunistas, hombre por Dios, que no, que seguro que es una confusión, que a Willy (pronúnciese con B, que el prenda viene de Prusia) le han engañado y no sabía nada de su multimillonaria pensión. En fin, la naturaleza humana, que no entiende de ideologías. Lo digo por los de la casta de Podemos, yo añadiría ‘y queremos’ (forrarnos también). Demasiada soberbia, demasiada pureza (dios nos libre de los puros) moral, demasiado rencor de clase. Vamos, que nanai.