Cornetas por Nel

La verdad siempre es digna de ser contada, así que tratando de arrojar un poco de luz sobre la actualidad quiero congratularme con ustedes por el éxito social y económico del concierto titulado Cornetas por Ne l que tuvo lugar el pasado sábado 21 de junio a la vera de la basílica de San Isidoro, esa obra románica total que lo tiene todo. La Agrupación Musical de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús, organizadora del evento, no limita sus actividades a la cada vez más pujante Semana Santa, sino que colabora a lo largo del año en todo tipo de certámenes solidarios, de esos que activan la épica de la gente común. En el 2013, por ejemplo, tres mil personas se dieron cita en el parque El Cardadal, de Navatejera, para asistir a Cornetas por David, cuyos beneficios fueron a manos de un joven hermano de la cofradía con la finalidad de ayudar a sufragar el cambio de sus prótesis ortopédicas. Convencidos de que la utopía de hoy es la verdad de mañana, los músicos del Dulce Nombre de Jesús lograron reunir para una misma causa a todas las bandas semanasanteras, además de otros invitados también adictos a la esperanza.

En esta nueva edición, y haciendo oídos sordos a la cultura del lamento, la conciencia colectiva de la banda del Dulce Nombre -con mi cuñado José a la trompeta- quedó sacudida ante el caso de Nel, un chaval de casi tres años natural de León, más en concreto de Villarnera de la Vega. El niño padece el síndrome de Ehlers-Danlos, capaz de producir tal adormecimiento en los músculos que deben ser estimulados para que pueda levantarse y caminar. El dinero recaudado gracias a los patrocinadores, bares solidarios y rifas benéficas ayudará a pagar los gastos de su tratamiento, con el objetivo de procurarle una mejor calidad de vida. Una causa necesaria y reconfortante, que ha merecido el apoyo del pueblo leonés.