La opinión del lector

Abandonad

toda esperanza

Si consultan ustedes la página web de algunas asociaciones de padres cuyos hijos padecen autismo, podrán leer la siguiente afirmación: «El autismo es una afección neurológica cuyas causas aún no han sido descubiertas».

Ante semejante incongruencia me viene a la mente el dicho: ¡Áteme esa mosca por el rabo! Después me digo: pero estas asociaciones se vanaglorían de regirse por postulados científicos. Quizás se trate de una hipótesis. Pero no. Una hipótesis no se formula así.

Entonces debe ser un dogma de fe neurológica. Y es probable que sea así ya que sus dirigentes y los profesionales reaccionan como verdaderos creyentes: Hacen grandes alardes de indignación, descalifican todo lo que no coincide con el objeto de su fe. Un ejemplo: No vacilan —contra toda evidencia clínica— en afirmar que los sujetos autistas nacen así.

Realmente están habitados por la pasión de la ignorancia.

Pero si hay algo que resulta alarmante es la reacción que tienen (una verdadera urticaria) cuando los autistas dan muestras de que son un sujeto, es decir: alguien que desea y que tiene intereses, que se angustia, que se niega a seguir el protocolo reeducativo…

Aún hay más. Lo que no soportan es oír que es posible salir del autismo. Y si cabe la posibilidad de que las familias alberguen dudas y se despierte su esperanza, entonces se lanzan a erradicar la herejía.

Toda hace pensar que su objetivo prioritario es hacer cumplir la consigna que dice así: «Lo esencial es mentalizar a los padres para que acepten la dolorosa realidad, adaptándose a las limitaciones de la enfermedad».