Zapatero, feliz por volver a votar en ‘casa’

La dirección del partido había anunciado su presencia a la una y media de la tarde. Apenas se hizo esperar, aunque llegó sólo unos minutos tarde porque, de camino de Madrid, adonde regresaría a dormir, pasó por su casa de soltero para darle un abrazo a su padre, con el que volvería a encontrarse más tarde. La concentración de representantes de los medios de comunicación, pese a la dispersión del trabajo de la jornada, fue notable. Y la expectación también. En la sede del partido en León había un puñado de socialistas históricos, compañeros de mil batallas, algunos cargos orgánicos y sobre todo mucho militante de base que no quiso perder la oportunidad de saludar al ex presidente del Gobierno ahora que su presencia en la provincia es menos frecuente. Ejerció el voto —traía la papeleta ya preparada— y atendió a los medios con la buena disposición que siempre demostró para ello. Incluso contestó a la pregunta de por qué traía una tirita en la frente como consecuencia, explicó, de un sencilla intervención para quitar un quiste. Y se mostró feliz, no sólo por regresar a León, sino sobre todo «por poder volver a votar, después de catorce años, en la agrupación en la que lo hice siempre». En casa , vamos.