Los fantasmas de Rodiezmo

El primer domingo de septiembre amanecía más temprano de lo habitual en la montaña central leonesa. Miles de almas rojas, algunas centenarias, empezaban a ocupar desde primera hora del día la sombra del pinar que cobija la campa de Rodiezmo, el santuario político de los socialistas donde cada año se concitaban algunas de las figuras más representativas del ala izquierda para dar por iniciado el curso político y sindical. Desde aquella tribuna, siempre acompañada por un concurso de entibadores que enfrentaba a mineros leoneses y asturianos, hablaron José Luis Rodríguez Zapatero, Cándido Méndez, Tinín Areces , históricos del sindicato organizador SOMA-FIA-UGT como José Ángel Fernández Villa ... Pero si había alguien esperado ese era Alfonso Guerra; arengaba a la masa hasta el desmayo. Esta jornada de confraternización se organizó por primera vez en 1979. Rodríguez Zapatero anunciaba cada año en estas montañas la subida de las pensiones mínimas. Y aquí dijo aquello de que jamás cedería a la presión de los mercados, aplaudido por miles de personas. Hasta que algo parecido a los mercados terminó con Rodiezmo.

El primer domingo de septiembre es hoy.