Diario de León

EL CORRO

La multiplicación de panes y peces

Publicado por
PEDRO VICENTE
León

Creado:

Actualizado:

Era de prever que, con las elecciones municipales y autonómicas a la vuelta de la esquina, el Gobierno se diera una tregua en sus políticas de ajuste y presentara unos Presupuestos Generales del Estado algo más condescendientes con el ciudadano. Sabido es que el papel lo soporta todo. Y los presupuestos no dejan de ser previsiones de ingresos y gastos que después se cumplen o no sin mayor problema.

De suerte que Cristóbal Montoro no ha ahorrado optimismo y ha diseñado un escenario de crecimiento y creación de empleo ajeno al desinfle económico que amenaza a la zona euro. La rebaja de los impuestos (y por ende de la recaudación) no será obstáculo para seguir reduciendo el déficit público. Y además de eso se va a relanzar, y de modo importante, la inversión pública en infraestructuras. Estamos casi ante el milagro de la multiplicación de los panes y los peces.

La Junta de Castilla y León cuantifica en unos 1.500 millones la inversión del ministerio de Fomento en Castilla y León en el año 2015. No sólo se va a consumar la llegada del AVE a Palencia, Burgos, León y Zamora, sino que, según el gobierno autonómico, se van a desbloquear dos autovías básicas para vertebrar esta comunidad que llevan años empantanadas: la Valladolid-León (A-60) y la Autovía del Duero (Valladolid-Soria).

Habrá que esperar a conocer con detalle las partidas presupuestarias para juzgar si no estamos ante un exceso de triunfalismo. Los antecedentes aconsejan la máxima cautela al respecto. En el conjunto de infraestructuras del ministerio de Fomento conviene distinguir dos apartados. Uno es el formado por aquellas proyectadas para comunicar Madrid con las comunidades periféricas, en las que Castilla y León resulta ser obligado territorio de paso. El otro apartado es el de las que acaban y comienzan en la propia comunidad.

Es obvio que para que el AVE llegue a Galicia, Asturias y País Vasco antes ha de llegar a Zamora, Palencia, León y Burgos, de la misma manera que antes llegó a Segovia y Valladolid. Las obras pueden marchar con mayor o menor retraso, pero su finalización está garantizada. Lo mismo que el tramo de la Autovía de la Plata entre Zamora-Benavente, que sigue siendo el único trayecto sin desdoblar entre Gijón y Sevilla. Por ahí no hay nada que recelar.

Harina de otro costal son las infraestructuras del Estado que discurren exclusivamente dentro de Castilla y León y que por eso mismo llevan décadas empantanadas. Cuando se pase de los «estudios informativos» a los proyectos técnicos y se disponga de consignación presupuestaria para ir licitando las obras, empezaremos a creer que la A-60 y la Autovía del Duero algún día concluirán. Solamente ello disipará el comprensible escepticismo.

tracking