EDITORIAL: La interinidad en la gestión de Las Médulas genera daño

Han pasado ya 17 años desde que la Unesco otorgó al paraje arqueológico berciano la designación como Patrimonio de la Humanidad. Todo un acontecimiento que generó muchas expectativas y que sirvió para relanzar el conocimiento sobre Las Médulas tanto a nivel nacional como internacional. El número de visitantes se ha disparado de manera exponencial y la iniciativa privada ha aumentado hasta límites insospechados aprovechando el tirón creciente, hasta el punto de revitalizar pueblos de la zona como Médulas u Orellán que permanecían en una situación de grave abandono.

Pero frente a esta dinamización y al creciente interés exhibido desde todo tipo de iniciativas las instituciones públicas se han empeñado en convertirse en un lastre. En vez de impulsar todas esas sinergias generadas desde los más variados ámbitos, en el plano de las administraciones el camino elegido ha sido el de la permanente polémica y el desencuentro fácil, todo ello con unas consecuencias graves que siguen frenando un mejor aprovechamiento de todas las posibilidades del paraje.

Después de tantos años sigue abierto el que ha sido de algún modo el gran debate en torno al paraje. Quién y cómo debe coordinar las iniciativas de gestión. Y lo más llamativo es que tampoco es posible buscar razones políticas de pugna entre partidos porque, como ocurrió este verano entre el Consejo del Bierzo y la Junta, aunque compartan siglas el acuerdo se hace imposible. Ahora la Consejería de Cultura pide al Consejo y a los alcaldes que ofrezcan su idea sobre cuál debe ser la gestión. La respuesta no debe dilatarse. Hay que empezar a trabajar unidos de una vez por todas.