EDITORIAL: Las medidas no logran reducir los robos en el medio rural

El Gobierno anunció hace ya varios meses la puesta en marcha de acciones dirigidas a frenar el problema de los robos que sufren las explotaciones agropecuarias. Fue un paso importante, el admitir un problema que llevaban años denunciando las asociaciones de productores agrícolas y ganaderos y cuyas voces no habían sido escuchadas. Pero de momento la eficacia, a pesar de que se realizan anuncios puntuales y balances más o menos grandilocuentes, no está siendo ni la pretendida por unos ni la deseada por los directamente afectados.

El balance facilitado por el propio Gobierno a través de una pregunta parlamentaria desvela que en los últimos cinco años los robos se han disparado en un 110% en la provincia de León. Un balance que debe ser tenido en cuenta por las autoridades a la hora de tomar medidas de una vez por todas y también cuando se realizan anuncios que intentan exhibir una eficacia que es directamente desmentida por los propios datos que acumula en sus estadísticas el Estado.

Sólo en los seis primeros meses del año hubo un total de 96 sustracciones que llegaron a las estadísticas del Ministerio del Interior —es de suponer que el dato real sea superior porque no todo se denuncia— y ese peligroso balance delata que son tantas como las que se produjeron durante 2008 al completo.

Y entre los propios productores también se destaca que el problema no ha conseguido atajarse en la provincia. Asaja admite que detrás de esta oleada de ataques contra las explotaciones agrarias puede estar la crisis pero asegura que la percepción que existe entre los afectados no es ni mucho menos de mejora. Pese a la insistencia desde el Gobierno y desde la Guardia Civil la realidad es tozuda, según Asaja, y el problema no ha decrecido, sigue reclamando una solución.