El nuevo órgano no era el fin, era el comienzo

Sonroja y apena la concepción de la cultura que tienen el actual responsable municipal del área y el alcalde Emilio Gutiérrez. Tan pobres en sus conceptos como en sus argumentos, los responsables municipales han abandonado a su suerte al Festival Internacional de Órgano Catedral de León ignorando, quizá, que la sentencia para este certamen es el fin de la marca León como referencia internacional en el mundo de la música.

Cuando el día 19 de septiembre se conmemoró el primer aniversario de la inauguración del nuevo órgano de la Catedral, sabíamos lo amargo de una celebración aderezada por las declaraciones del edil que sentenciaban a muerte un festival que, gracias a 31 ediciones consecutivas, era un referente en el mundo, un hito esencial en la difusión e investigación musical, y enraizado en la sociedad leonesa. Una programación mimada y cuidada año tras año por Samuel Rubio y el equipo del Fiocle (sin olvidarnos de Adolfo Gutiérrez Viejo), una lucha por tener un instrumento único para recuperar y mostrar las mejores obras musicales, para sacar a la luz los tesoros albergados en la Catedral de León, y la unión de todas las instituciones para financiar el órgano nuevo como revulsivo del evento e inversión de futuro eran el precedente que el PP halló al llegar al Ayuntamiento.

En esa conmemoración, lejos quedaban ya los codazos de los representantes del PP por hacerse una foto en la inauguración del nuevo órgano, lo único en lo que de verdad se han implicado.

Pero es que la construcción del nuevo órgano no era el fin, era el comienzo. Con él seguirían llegando a León las mejores composiciones, las mejores orquestas, continuaría el trabajo de investigación sobre el archivo musical y, ligado al Centro Nacional de Músicas Históricas, León se consolidaría como centro nacional de estudio y difusión de la cultura musical de todas las época. Un buen ejemplo de ello fue el proyecto de digitalización y simposio del Antifonario Mozárabe de la Catedral y su cuidada edición. Junto al Festival desaparecerá también el Curso de Composición de Cristóbal Halffter, un componente unido al evento internacional y que aportaba ese poso esencial al certamen leonés y servía de reclamo para los mejores músicos mundiales. Unas reseñas musicales, culturales y turísticas de gran valor, un plus para la «Marca León» que tanto importaba hace unos años y que ahora, gracias al PP, carece de contenido.

Con el nuevo órgano como base, los organizadores del Festival de Órgano podrían desarrollar proyectos, cursos, talleres… un programa global de investigación, puesta en valor y exhibición con la perfecta herramienta que este monumental instrumento albergado en el espectacular caleidoscopio gótico que poseemos, y que no tiene rival. Habrá festivales de la misma calidad, pero ninguno mejor, sin duda.

Conscientes de ello, hace años y al hilo de unas declaraciones del entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, defendiendo la Catedral y el festival, comenzaron las reuniones y negociaciones avaladas por el Gobierno de España y el Ministerio de Cultura para comprar el mejor órgano para León. Fue así posible reunir desde el Ayuntamiento a la Junta de Castilla y León, Caja España y el Cabildo catedralicio para esta elección de futuro. El órgano era una inversión, por la cultura, pero también por la economía local. La obra del equipo de Philipp Klais tiene la calidad necesaria para atraer riqueza cultural y económica.

No podemos, por ello, sino lamentar lo que ha ocurrido desde que el PP domina todas las instituciones. Penar, pero luchar a brazo partido porque León no pierda su festival. Miles de leoneses y melómanos de todo el mundo que han asistido y aplaudido el festival en su celebración, y que ahora proclaman la necesaria continuidad, así lo han hecho. Ni León puede permitirse el lujo de perder el Festival ni quienes trabajaron porque fuera posible durante tres décadas merecen nuestro abandono en el desprecio del PP.

Agradeciendo a todos los miembros de la Asociación de Amigos del Órgano de la Catedral por habernos dado el regalo de treinta años de la mejor música, esperemos que haya una reflexión profunda y este del sábado no sea el último concierto del Festival de Órgano Catedral de León. Esto es un ejemplo más de las no políticas culturales del Partido Popular, arrasando como Atila con todo lo proyectado y construido durante años