EDITORIAL
U na estrategia nacional para afrontar mejor el alzhéimer
El creciente número de personas que sufren alzhéimer es hoy uno de los grandes retos para las sociedades occidentales. El inapelable envejecimiento de la población de numerosos países entre los que se encuentra España hace totalmente previsible un incremento de casos en las próximas décadas. Y la duda que se genera automáticamente ante este reto tan previsible es si se está haciendo todo lo posible para afrontarlo de la mejor manera.
La asociación Alzhéimer León celebra hoy su gala anual en la que entregará los premios Mano Amiga, un acto que pretende que sea también reinvidicativo para reclamar lo que consideran cada vez más necesario: una estrategia nacional sobre este mal. Plantean que «ahora todo entra en el saco de la dependencia, pero los enfermos de alzhéimer tienen unas singularidades que no tienen otras demencias». Y recuerdan que cada asociación, cada colectivo o cada administración actúa según sus propios criterios o incluso intuiciones sin que se busque avanzar de una manera homogénea, algo que sí ocurre en otros países del entorno. Es el caso de Francia donde en estos momentos se actúa ya con un cuarto plan monográfico del alzhéimer, lo que facilita la existencia de una red de centros muy extensa en la que se trabaja especialmente en la detección precoz, el elemento fundamental que facilita el poder frenar el desarrollo de la enfermedad.
Por contra en España el tratamiento institucional hacia el alz-héimer sigue plagado de lagunas y actuaciones parciales lo que dificulta la atención a los enfermos, pero también impide que se colabore más activamente con unas familias que sobrellevan como pueden las situaciones tan complicadas que genera esta enfermedad. España y sus instituciones no deberían dejar pasar más tiempo sin afrontar la elaboración de una estrategia que beneficiará a millones de personas.