Los de pueblo

Tate, Román, que en León todos somos de pueblo... y los de capital, el doble, por ser esto un pueblo grandón (tampoco soy quién para hablar, pues ni siquiera tengo pueblo, nací en caserío en medio de dos lugares, así que soy «de prao»)... no veas, pues, desdén por llamar a alguien «de pueblo», al contrario, es un título de nobleza llana que da honra (o te la quita si de galán pasas a gañán)... y si al Palacio de los Guzmanes le digo Palacio de los Gañanes no es porque el grueso de los diputados que ahí se reunen vengan de pueblos y comarcas judiciales de la provincia, sino porque desde sus orígenes (hace doscientos años) cierta gañanería dócil ha venido siendo la palanca necesaria en la función de la excelentísima Diputación (catapón chispón, saca pan y vino, chorizo y jamón y el porrón, que vienen los estudiantes navarros).

De lejos o de cerca hube de ver y tratar a los diputados que desfilaron por aquí desde 1970 (son unos cuantos)... y aún antes, aunque sólo recuerdo a uno de cuando recibía yo mi primer sueldo de la Diputación a los nueve años (quince pesetas como monaguillo de la Maternidad Provincial; de otra segunda soldada en 1987 me sale una novelilla truculenta)... en fin, que tengo esta diputación algo vista desde crío y, además, huroneada en algún entresijo por haber tenido ahí parientes con manguito o capellanía o el hermano de una tía que fue presidente y aún otro más que fue contratista perpetuo y labró su fortunilla porque pillaba mucha obra parcheando carreteras provinciales... de manera que puedo hacerme una composición de lugar con cierto conocimiento de causa y sacar algunas conclusiones: 1.- a los diputados no les eligen las urnas, les designa la componenda o el dedazo de sus jefes de partido en la capital; 2.- el diputado provincial no mira tanto a la provincia que en muchos casos desconoce, como sólo a su pueblo (ahí se la juega si no arrima favores); 3.- no se entiende que las competencias de una diputación sean un triplicado de lo que ya hace el Estado o la Autonomía; y 4.- visto que lo clientelar manda en su función, ¿pasaría algo si se suprimen y desaparecen?... sí, habría un problema menos.