Señores viajeros

No se les puede acusar de su afición a moverse por el territorio nacional, que económicamente tiene sus límites en Andorra y en Suiza, pero el presidente del Congreso está mosqueado. ¿Cómo hay tantos viajeros con un solo maletín? El presidente del Congreso descarta un mayor control en los viajes, pero no puede controlar a todos los diputados a quienes les guste viajar. Dicen que ilustra mucho, aunque en el gremio abunden los analfabetos de segundo orden. Santiago Rusiñol decía que si fuera verdad que viajar ilustra mucho, los revisores de los trenes serían cultísimos. Era otra época. Ahora hay muchos que toman el tren para mejorar su tren de vida y el PSOE propone que los diputados justifiquen sus desplazamientos. Se mueven como lagartijas, pero las lagartijas no acarrean más bultos que su crecedera cola.

Lo que va a traer cola es el caso del presidente de Extremadura, José Antonio Monago, que es, desde Marco Polo, el que más ha viajado, aunque siempre realizara el mismo trayecto, sin describir su itinerario y sin necesidad de llevar alforjas. Nada menos que 32 desplazamientos privados realizó este señor cuando era senador y siempre al mismo sitio. Se conoce que le gustaba el paisaje o le apasionaba el trayecto. Como se sabe, lo mejor del amor es subir las escaleras, pero hay algo más placentero: que te lleven gratis hasta la puerta.

El presidente del Congreso, Jesús Posada, tiene toda la razón al rehusar el control de los parlamentarios nómadas. «Esto no es un colegio», ha dicho. La verdad es que si lo fuera habría expulsado a muchos alumnos que demuestran su falta de clase no acudiendo a clase o bien sacando un papelito para decir lo que no pueden retener en la memoria antes de ir a orinar. No sabemos por qué les llaman parlamentarios a estos oradores por escrito, pero el caso es que han provocado un escándalo más y en los banquillos no cabe más gente. Esperan turno 45 imputados por Gürtel.