CORNADA DE LOBO
Sin resignarse
Todo pueblo que creció en euforia minera teje hoy la pena lenta de la muerte diseñada... en esos pueblos la tristura silencia mañanas sin madrugadores y la algarabía de escuela lleva sordina... si además es otoño ciego y llueve, en las cuencas se tumba el desánimo y la siesta dura años... y años,
Sin embargo, no se vio que el paisaje mortecino del otoño meón y depresivo le afectara el otro día a Páramo del Sil al celebrarse allí su feria artesana con magosto, pitanza popular y «arrímate pacá». Ni la lluvia pudo con el bullir de gentes que llegaban de lejos y de muy lejos... sorprendía aquella tenacidad festiva y aquel afán feriante (nos dijeron que el recinto ferial se había quedado corto y no pudieron ser atendidas dieciocho solicitudes, así que el próximo año habrá que estirar paredes)... ni la inclemencia pudo con cinco músicos escoceses enfaldados, todos ellos tocados con gafotas de sol como unos Fabras y muy cachondos de tambor y gaita levantando un ánimo que el llover trataba de mojarles en vano... qué tipos, transpiraban humor y sudaban juerga... ¡viva la independencia borracha!, dijo un amigo... ¡y visca en Salou independiente el güisqui escocés dependiente!, pensé yo por ser la víspera del cañonazo-consulta catalana de ese nueve-ene del calibre nueve-nada (a teatro malo, humor picudo).
Admiraba ver que medio pueblo estaba activado en atender y ordenar aquella marea, en hacer rodar un molino o simular una mina... vi mucho voluntario y guía para servir o rular hogueras de castañas, pulpeiras y tenderetes, qué trajín... no me extrañó nada ese afán, conociendo como conocí a su alcalde Ángel hace poco, plantando una cruz de hierro en la ruta jacobea en memoria de Varela... allí se presentó este regidor sin vara y con calderos, cemento, arena, fierros y morrilos blancos; cavó él solo la cimentación, hizo la masa y dejó resuelta la obra en media hora... coñó, una brigadilla municipal de obras te habría tardado tres días, le dije: planteo, obra y replanteo... en fin, me pareció un tipo de los de «es mejor hacer que mandar», se gana tiempo y hechura... así que muy honrado acepté su invitación a pregonar.