TRIBUNA
Valores
H oy en día, en que se promueven más retiradas de distinciones para personajes caídos en desgracia que concesiones de nuevas, es conveniente destacar las que se otorgan para reconocer los méritos a personalidades representantes de esos valores sociales que sirvan de ejemplo y estímulo para nuestra juventud.
En acto solemne la Universidad de León otorgó recientemente la máxima distinción invistiendo como Honoris Causa a tres personas sobradamente reconocidas en el desarrollo industrial aplicado a la sanidad animal, el derecho y la investigación aeronáutica y espacial, y no tanto por triunfar en su campo o disciplina, que también, si no por presentar esos valores irrenunciables de una sociedad libre y moderna: el estudio, el compromiso y la constancia en el trabajo bien hecho, sin fronteras, sin aldeanismos.
La Universidad de León ha honrado, y se ha honrado, con su distinción a los doctores Bascuñán, Bercovitz y Liñán. Otros escritos y columnas han destacado los extensos méritos que les han hecho acreedores de tan elevada distinción, yo tan sólo quiero subrayar lo importante que es transmitir a nuestros estudiantes los verdaderos valores que estos nuevos doctores Honoris Causa poseen y representan.
Las memorias de nuestras titulaciones universitarias, por obligación normativa derivada de la adaptación a lo que se ha dado en llamar plan Bolonia, contienen competencias transversales que nos es difícil y complicado transmitir, y más evaluar, en el marco de nuestras asignaturas. Es por ello que nombramientos como estos nos pueden proporcionar la ocasión y herramienta para mostrar a nuestros alumnos el ejemplo de lo que es la dedicación, la creatividad, el razonamiento crítico, el liderazgo, el trabajo en equipo, el compromiso ético y la adaptación a nuevas situaciones.
Precisamente en estos días seis titulaciones de la Universidad de León están siendo sometidas a procesos de «renovación de la acreditación», una especie de examen de lo que hacemos bien y de lo que debemos mejorar, que esperamos superar con buena nota, de la misma forma que lo hicieron hace menos de un año otras ocho sometidas al mismo control por la Agencia de Calidad del Sistema Universitario de Castilla y León. Cómo aquellas competencias y otras específicas han sido planteadas y desarrolladas, así como los resultados alcanzados serán objeto de esta revisión por una comisión externa independiente formada por profesores, técnicos y estudiante de diversas universidades españolas.
En definitiva, es hora de entonar, como hicimos el pasado día 14, el Gaudeamus igitur «Alegrémonos pues» de recibir en nuestro Claustro Universitario a custodios de tan universales valores: Buen hacer y buen obrar.