EDITORIAL
El trabajo policial y judicial, pilar básico de la democracia
Cuando se repasa la actualidad nacional, provincial o local un día cualquiera se detectan con facilidad éxitos policiales o de la Justicia. Pero quizás como ocurre en todo tipo de situaciones esa labor de los profesionales pasa habitualmente desapercibida y únicamente se hace notable cuando se produce la excepción a lo que es la norma general: un trabajo que consigue que la ley se imponga como pilar imprescindible de la convivencia y en general de la democracia.
En los últimos tiempos se han sucedido una serie de episodios que avalan esa labor de los cuerpos y fuerzas de seguridad y también de ese tercer poder imprescindible que es la Justicia. Sólo en las últimas horas se ha producido una redada importante para desarticular una peligrosa banda de ladrones de coches y también fue detenida a tiempo una persona que de madrugada generó una grave situación de peligro en el centro de la ciudad al amenazar a los viandantes con un hacha, o con ese crimen de Navatejera sobre el que, a pesar de las graves dificultades surgidas durante la investigación, siguen las pesquisas para intentar conseguir que el culpable o los culpables lleguen a responder ante la Justicia.
En las últimas horas ha entrado en prisión la cantante Isabel Pantoja y la Fiscalía, avalada por el consejo profesional con representantes de todos los signos, ha decidido llevar ante los tribunales al Gobierno catalán por su burla a las decisiones del Constitucional. Son constantes pasos que prueban que el sistema, a pesar de sus fallos, funciona y probablemente lo hace gracias a esa profesionalidad que existe en la Policía y en la Justicia cuando en ocasiones ni siquiera cuentan con todos los recursos humanos o materiales necesarios.
La libertad sólo es posible cuando existen garantías de seguridad y de que la Ley se cumple por parte de todos.