Ensayo general

S iempre hay cosas nuevas bajo el sol, pero si queremos verlas es preciso cambiar de mirada. No es fácil, pero estas fechas ayudan a intentarlo. La mitad de los españoles ve con buenos ojos la legalización de la venta de marihuana, cosa que hasta hace muy poco estaba mal vista.

La Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, menos conocida como la FAD, está favor de legalizar el acceso al cannabis. Ya no asusta el coco porque ha venido hace tiempo y no le tienen miedo ni los niños que duermen poco ni los adolescentes que fuman mucho. Sin necesidad de leer a Schopenhauer, saben que el arte de buen vivir, que no hay que confundir con el arte de vivir bien, es esencialmente el arte de sobrevivir en un mundo hostil. Incluso en Cuba van a intentarlo. Entre nosotros ha cundido cierto optimismo. Bendito sea. Estar triste es una lata y si dura mucho se convierte en una tabarra. Hay que reconocerle a nuestro presidente que es un hombre de buena fe y de buena esperanza, aunque tenga un inevitable parecido a los hombres del frac. Está convencido de que vendrán tiempos mejores, pero eso también nos pasa a otros. Lo que le distingue a él es que cree que ya han venido. El gasto público crece por primera vez en cinco años y el gasto privado se despereza.

Por muchas luces que tengan ahora las calles céntricas, en todas las ciudades hay zonas suburbanas sumidas en la sombra. El Niño intemporal se acerca, pero hay niños comidos por las moscas y, lo que es peor, moscas comidas por los niños. La llegada de las elecciones pondrá fin al ahorro en las autonomías, pero es pronto para cantar victoria. Además nos hemos quedado roncos. Han sido muchos ensayos generales y muchas manifestaciones.

Hablar por hablar y por no callar.